Se ha aprobado 811 expedientes para zonas de montaña
La ganadería de montaña ayuda a cuidar la biodiversidad
El delegado de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural en Guadalajara, Santos López, ha destacado la trascendencia de los casi dos millones de euros en ayudas que se ha concedido a los profesionales de la agricultura y de la ganadería en las zonas de montaña de la provincia, "que son las personas que están más comprometidas con el desarrollo del medio rural".
En total, se han aprobado 811 expedientes en Guadalajara, lo que sitúa a esta provincia como la segunda en mayor volumen de estas ayudas de toda Castilla-La Mancha, que han ascendido a un total de 5,8 millones, según ha destacado este martes la Delegación de la Junta en nota de prensa.
El Plan de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha contempla la concesión de ayudas a las personas profesionales que ejerzan su actividad agraria o ganadera en estas comarcas, ya que tienen que hacer frente a una serie de costes adicionales y sufrir una serie de pérdidas de ingresos como consecuencia de los condicionantes físicos y climáticos de estas zonas.
Muchas de las explotaciones agrarias de Castilla-La Mancha cuentan con un gran valor natural, pero al tiempo tienen unas importantes limitaciones al encontrarse en zonas de montaña que hacen que producir alimentos de manera competitiva resulte complicado y existe el riesgo de que estas tierras acaben abandonadas por las dificultades a las que se enfrentan los agricultores y ganaderos de estas áreas.
Por ello, han argumentado las mismas fuentes, "se hace necesario compensar a las personas que mantienen su actividad agraria y que residen generalmente allí donde se encuentra ubicada la explotación ayudando, además, a fijar población en el medio rural".
De este modo, por medio de estas ayudas se contribuye a preservar la biodiversidad, ya que los sistemas agrícolas, acompañados de prácticas agroambientales tales como la racionalización de productos químicos, promueven la infiltración del agua, la retención de la humedad del suelo, el control de la erosión, la retención de carbono y la polinización, lo que contribuye doblemente a la conservación de los recursos agua y suelo y a la protección y mantenimiento de la diversidad genética.