En el marco de las fiestas de la Virgen de la Paz
Mazuecos celebra en estos días las fiestas en honor a la Virgen de la Paz. Unas fiestas en las que se entremezclan actos religiosos, con bailes populares, comidas de hermandad y grandes tradiciones como la Soldadesca y la Botarga que se celebra este lunes, día 24.
La fiesta, que está declarada como de interés turístico provincial, conmemora, según la Diputación de Guadalajara, el hecho de que uno de los vecinos de Mazuecos (que participó en la batalla de Lepanto) perdió un brazo al usarlo para tapar una vía de agua causada por un proyectil enemigo y quiso dejar constancia de su heroica hazaña. Otras versiones dicen que, ante la gangrena sufrida en el brazo, tras largo tiempo utilizándolo como tapón, era preciso su amputación, pero encomendándose a la Virgen de la Paz consiguió conservarlo gracias a la milagrosa curación.
La principal función de esta botarga es acompañar a una soldadesca en su desfile camino de la iglesia, aunque tiene prohibido el acceso a la misa. La soldadesca va ataviada con trajes de los tercios de Flandes, en rojo y amarillo, botas y sombrero de época, armados con alabardas y está formada por un capitán, un alférez o abanderado, un sargento, dos cabos y cinco soldados.
Tras asistir a misa y ya en el exterior frente a la imagen de la Virgen se va subastando sucesivamente el privilegio de «dar a la bandera». Por cada una de las veces que ésta se ondee habrá de darse una vuelta con la imagen alrededor de la iglesia. La amplia bandera tricolor se debe girar con un solo brazo y hacer «que suene» antes de la reverencia a la imagen.