El 11,6 % de los fuegos fueron intencionados
Incendio en El Casar ocurrido en agosto/ Archivo
“Ha sido un buen año. El mejor de los últimos diez. Los datos lo demuestran porque se ha reducido en un 75% la superficie quemada, eso es un indicador de que algo estamos haciendo adecuadamente”. De esta manera ha resumido José Luis Tenorio, delegado provincial de Desarrollo Sostenible el balance de la campaña de incendios de este verano.
Entre el 1 de junio y el 30 de septiembre se han visto afectadas por el fuego 793 hectáreas, de ellas 250 eran forestales y 543 agrícolas. Una cantidad sensiblemente menor a la de años anteriores. El peor incendio del verano fue el que se declaró en Valdepiélagos y se extendió a los términos municipales de El Casar y Mesones, afectando a 438 hectáreas de la provincia.
José Luis Tenorio, delegado de desarrollo sostenible en Guadalajara/ JCCM
Sobre las causas de los buenos resultados el delegado de Desarrollo Sostenible ha apuntado la rápida actuación del operativo contra incendios, dando poca importancia a la influencia de la pandemia.
Origen de los incendios
En cuanto al origen de las llamas, el 17,4 por ciento de los incendios de este verano en la provincia han sido causados por cosechadoras, el 16 por ciento por rayos, el 11,6 por ciento se considera que han sido intencionados, el 10 por ciento tiene su origen en líneas eléctricas, otro porcentaje similar se iniciaron con la quema de residuos agrícolas y el resto se han debido a negligencias y otras causas.
Una vez finalizada la campaña de extinción se inicia la campaña de prevención que corre a cargo de 304 personas, las mismas -ha afirmado Tenorio- que el año pasado. Ellos se encargarán de limpiar 1.450 hectáreas repartidas en 35 términos municipales de la provincia.
34 ganaderos limpian el monte con sus rebaños
Junto a ellos trabajan también 34 ganaderos que con sus rebaños se encargan de limpiar las zonas que se les asignan. Entre los rebaños hay de cabras, de vacas y de ovejas y este año, se ha introducido el caballo. Cada ganadero recibe un máximo de 123 euros por hectárea limpiada, aunque los técnicos revisan el trabajo y se paga en función de la limpieza real que se ha realizado. Una iniciativa muy positiva “tanto para el ganadero como para el servicio de extinción”- señala Tenorio.
