Fue seguido desde el CSN en Madrid y el CECOP en Guadalajara.

Miembros del CECOP de Guadalajara durante el simulacro.

 La central nuclear de Trillo ha realizado hoy un simulacro de accidente grave (nivel 5 en la Escala de Sucesos Nucleares) que ha sido seguido por el Consejo de Seguridad Nuclear desde Madrid y el Centro de Coordinación de Operaciones (CECOP) de la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara.

El simulacro ha comenzado a las 09:05 horas con la declaración prealerta de emergencia por un incremento en la temperatura de la piscina de almacenamiento de combustible, que está en la contención, debido a un fallo en los equipos de refrigeración.

Además, y para complicar el ejercicio,  se ha simulado la caída de un helicóptero sobre la zona de transformadores de la central que ha generado, a su vez, un incendio en esa área y la pérdida de suministro eléctrico exterior.

La evolución del ejercicio ha continuado hasta llegar a la simulación de una pérdida de refrigerante del circuito primario. Esta situación ha desembocado en un venteo filtrado de material radiactivo con el fin facilitar la despresurización del edificio de la contención y evitar así la acumulación de gases, entre ellos, hidrógeno, que se generan cuando existe una pérdida de refrigerante y puede dar lugar a explosiones.

Este tipo de medidas se llevan a cabo como experiencia resultante del accidente ocurrido en la central nuclear de Fukushima. El objetivo es impedir situaciones que pongan en riesgo la estructura de la contención así como minimizar el impacto radiológico en los trabajadores, el público y el medioambiente, informa el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en un comunicado.

Evacuación de la población

El CSN ha recomendado al Centro de Coordinación de Operaciones (Cecop) de la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara, la activación del control de accesos a la central nuclear de Trillo, la evacuación de la población y el reparto de profilaxis radiológica en el radio de tres kilómetros y hasta cinco kilómetros de la zona preferente de la instalación. Del mismo modo, se ha recomendado el reparto de pastillas de yodo a la población del entorno de los diez kilómetros así como el confinamiento en sus hogares.

La central ha llegado a simular la declaración de emergencia general (categoría IV) de su Plan de Emergencia Interior. Por su parte, el CSN ha activado a todo su personal disponible tal y como establece el modo 3 de su Organización de Respuesta ante Emergencias.

Durante el desarrollo del ejercicio, desde el CECOP de Guadalajara se ha contactado con los ayuntamientos del entorno de la central nuclear para que procedieran a activar sus planes de emergencia locales. También se han activado las estaciones de clasificación y descontaminación (ECD) de Brihuega y Sacedón y las áreas base de recepción social (ABRS) de Sigüenza y Guadalajara. También se ha activado la Unidad Militar de Emergencias (UME), tras solicitar la central apoyo externo a la Subdelegación del Gobierno.

Accidente de nivel 5

Un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado como accidente de nivel 5 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES). El de mayor nivel es el 7 (Chernobil). Un accidente grave de nivel 5 se ha producido dos veces en la historia. Una de ellas en Windscale Pile (Reino Unido)en 1957 donde se liberó una considerable cantidad de materiales radiactivos en el medio ambiente al explosionar un tanque de desechos de actividad alta. Y en 1979 en Three Mile Island (Estados Unidos) por daño grave en el núcleo del reactor. En España el suceso más grave se produjo en 1989 en Vandellós y fue calificado de nivel 3 por un incendio que destruyó los sistemas de seguridad en la central nucleoeléctrica.

El ejercicio ha sido seguido por el Consejo de Seguridad Nuclear desde Madrid y el Centro de Coordinación de Operaciones (CECOP) de la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara. En Madrid el operativo se siguió desde la Sala de Emergencias (Salem) del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a él acudió el director del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), el general Miguel Ángel Ballesteros Martín, acompañado del director operativo, Ignacio García Sánchez, así como de varios asesores.

En el CECOP de Guadalajara estaba el subdelegado del Gobierno, Ángel Canales, como director del Plan y los responsables de los distintos grupos operativos: Coordinación y Asistencia Técnica, Radiológico, Seguridad Ciudadana y Orden Público, Sanitario y de Apoyo Logístico.