Con ello se quiere proteger este patrimonio y evitar accidentes para personas y animales
Los pozos están siendo señalizados y vallados para evitar problemas/ CHT
La Confederación Hidrográfica del Tajo ha señalizado y vallado 23 pozos mineros encontrados en el entorno del embalse de Alcorlo. Aunque los pozos tienen dimensiones muy variables, la mayoría de ellos suelen estar excavados en piedra y cuentan con unas dimensiones de 1,50x1,50 m. Estos túneles fueron creados para extraer plata en la época en la que la zona era un importante centro minero. Cuando la actividad cesó, a partir de 1950, los pozos quedaron abandonados y sin protección. Ahora esos 23 pozos están siendo vallados para prevenir posibles accidentes en personas o animales y, a la vez, proteger el patrimonio cultural y geológico.
Esta medida forma parte de los trabajos de restauración que se están realizando en las
Imagen de uno de los pozos /CHT laderas del embalse de Alcorlo, un proyecto que busca reforestar la zona para evitar la continúa erosión del terreno que está provocando el vertido continuo de residuos al vaso del embalse. Según la CHT esos residuos no sólo empeoran la calidad del agua para riego y consumo humano sino que están provocando que el embalse cada vez tenga menos capacidad de almacenamiento.
En la primera fase del proyecto se ha repoblado la parte suroccidental del monte: unas 335 hectáreas con 410.000 plantas. La segunda fase, que se está ejecutando durante este año, afecta a una superficie de 570 hectáreas distribuida en ambos márgenes septentrionales del monte, que se prevén plantar con cerca de 130.000 plantas.
La reforestación contribuirá a la mitigar los efectos del cambio climático, conservando la biodiversidad de la zona con la creación de nuevos ecosistemas de bosques que, además, contribuirán a la absorción de CO2.