Vista general del nuevo Museo de Tapices de Pastrana. El Museo de Tapices de Pastrana (Guadalajara) cuenta con un nuevo tapiz restaurado que completa la serie de Alcázar-Seguer, tejida en Bruselas en lana y seda en torno a 1500, que junto a la colección de Arcila-Tánger, narran las conquistas de Alfonso V de Portugal en el norte de África en el siglo XV.
Ayer tuvo lugar el acto de colocación en este Museo Parroquial, ubicado en la iglesia colegiata de la villa ducal y hoy ya puede ser contemplado por el público el nuevo tapiz restaurado en el taller "Estudio de Conservación y Restauración de Tapices. Pepa Garrido S.L." de Velilla de San Antonio (Madrid), según han informado hoy el museo en una nota de prensa.
La importancia de estos tapices radica en que presentan acciones bélicas acontecidas y tejidas en la misma época en la que suceden los hechos, cuando lo habitual era la narración de escenas mitológicas y religiosas.
Son tapices que se distinguen también por sus grandes dimensiones, de once metros por cuatro cada uno.
Los trabajos de restauración en el taller se han desarrollado durante nueve meses y en ellos han participado intensamente cuatro especialistas.
Éstos han consistido en el aspirado y lavado previo del tapiz y después en la reintegración del tejido, con lo que se ha podido recuperar el cuerpo del tapiz, que había sufrido importantes pérdidas con el paso del tiempo.
Finalmente, al tapiz se le ha colocado un forro posterior de lino para incrementar su protección.
La restauración de los dos tapices de la serie de Alcázar-Seguer ha sido financiada gracias a los fondos conseguidos en las cuatro exposiciones en Estados Unidos (Washington, Dalas, S. Diego y Salen-Boston) de los otros cuatro tapices de la serie Arcila-Tánger, restaurados anteriormente en la Real Manufacturas de De Wit, en Malinas (Bélgica), por iniciativa de la Fundación Carlos de Amberes.
Estos tapices también habían sido expuestos en Bruselas, Guadalajara, Toledo, Madrid y Lisboa.
El nuevo museo de los Tapices Flamencos de Pastrana, que se ubica en la Colegiata, fue inaugurado ahora justamente un año culminando así un largo y complejo proceso que ha tenido durante más de un lustro a Pastrana sin poder admirar la colección completa de sus tapices flamencos, que además han sido restaurados gracias al tesón de la fundación Carlos de Amberes.