Viento Tingitano, una novela redonda de Rufino Sanz

Viento-Tingitano

En los planes estratégicos sobre posibles amenazas exteriores, históricamente España ha contemplado  la amenaza francesa (no en vano el ancho de las vías es diferente en nuestro país), el conflicto con Gibraltar y el Ruino Unido, y desde la “guerra de las naranjas”, ya menos, un choque bélico con el vecino Portugal. Los proyectos de infraestructuras nacionales para fortificar los puntos más sensibles así lo atestiguan.

En la actualidad, al sentarnos con nuestros países vecinos en la OTAN, la amenaza exterior ha quedado reducida al terrorismo internacional, especialmente de raíz islámica, y a la incierta situación (al quedar fuera del paraguas de la OTAN) de las ciudades autónoma españolas de Ceuta y Melilla, que son una pieza en la política interior de Marruecos. Recientemente, coincidiendo con las inoportunas declaraciones sobre el Sahara de un vicepresidente del Gobierno, que todavía cree que el consejo de ministros es el bar de la facultad de Políticas, el primer ministro de Marruecos (que designa a su buen criterio el rey Mohamed VI) decía públicamente que Ceuta y Melilla eran como el Sahara. Y ya saben lo que pasó con el Sahara. La Marcha Verde en la agonía de Franco, y un país antaño respetado saliendo por pies de su último territorio colonial, sin poder decidir el destino de sus habitantes.

Sanz-RufinoRufino Sanz Peinado.Traigo a colación esta reciente advertencia, me resisto a llamarla anécdota, porque es este potencial conflicto desde el que parte la novela Viento Tingitano, obra de un prolífico paisano nuestro, Rufino Sanz Peinado, de quien sabíamos de su larga labor intelectual en los campos del derecho, la administración local, la historia o la poesía, pero menos de la faceta de novelista. Por eso tengo que admitir que este Viento Tingitano”me ha sorprendido gratamente , porque estamos ante una novela redonda, merecedora de un posterior vuelo en una editorial puntera, que te engancha desde las primeras páginas con una trama muy bien anclada, y que permite a su autor poner de manifiesto su notable conocimiento de la política española, los temores de nuestros gobernantes y de la propia sociedad sobre cómo encarar nada menos que una guerra, cuál sería la reacción de nuestros aliados ante un ataque de Marruecos a las plazas de soberanía española en el norte de África, qué tipo de fuerzas armadas tenemos para hacer frente a una agresión de esa naturaleza, y cómo encajaría un episodio bélico en el Magreb en un mundo que cambia a marchas forzadas por el peso de esa nueva superpotencia, China, que está llamada a competir por el poder mundial con Estados Unidos, un país que cada vez mira más hacia adentro, sospecho que incluso con Biden, y que parece alejarse del compromiso que siempre tuvo con Europa y la libertad en las dos guerras mundiales. Luego está Rusia, cada vez más rezagada, porque su economía siempre está en revisión y atenazada por los oligopolios, y lo sabe un autócrata como Putin que necesita dar golpes de efecto.

Plantear la crisis que se desata entre España y Marruecos en el marco de un mundo en el que se están recomponiendo las áreas de influencia por ese empuje de China, que sigue siendo un régimen autoritario de partido único, es un planteamiento muy inteligente, por verosímil, de este Viento Tingitano que nos trae Rufino Sanz, porque los intereses Pekín cada vez están más cerca y quieren poner no una pica en Flandes sino en el Mediterráneo.

Sucede también que el autor está muy familiarizado con la sociedad de Ceuta, en la que por razones militares le tocó vivir durante más de un año,  y sabe de cuáles son sus valores, sus miedos, fobias y fibias de los caballas, esos ciudadanos españoles que siempre están inquietos por saber de dónde soplará esta vez el viento Tingitano y cómo reaccionará ese país, que un día fue la primera potencia mundial y que, ahora, algunos nos exigen pedir perdón por ello y comportarnos como una nación de tercera fila. Comparto los supuestos sobre los que se maneja la novela, pero soy más pesimista que su autor en una cosa. No veo a los independentistas y al populismo apoyando la digna reacción de un gobierno español, por muy progresista que sea la presidenta Beiras, ante el ataque a esas plazas españolas, y sí convocando manifestaciones por el “No a la guerra”, aunque esto suponga abandonar Ceuta y Melilla y  empezar a desmontar lo que conocemos por España. ¿Por qué no es esto en lo que se han puesto a trabajar algunos?

Por último, completa este tórrido Viento Tingitano un escogido repertorio de personajes que en una malla muy bien trabajada incluye a la presidenta del Gobierno, al comandante general de Ceuta, al JEMAD y a un comando de la Legión dirigido por un capitán cuya conexión con aquellos nos va a sorprender, dando así el imprescindible toque humano que cualquier novela de acción debe tener. Esta de Rufino Sanz, un intelectual serrano de Robleluengo, ahora metido en harina jurídica en el País Vasco, desde luego que lo es. Y les atrapará desde la primera a su última página.

“VIENTO TINGITANO”, de Rufino Sanz Peinado. 237 páginas. Avant editorial. www.avanteditorial.com. Disponible en Amazon.

SANTIAGO BARRA

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