No hubo autorización de Sanidad

Aunque inicialmente se había anunciado por el club que los abonados podrían entrar al partido entre el Guadalajara y el Illescas al final no ha contado con la autorización de las autoridades sanitarias y el partido se jugó a puerta cerrada.
Desde el club se explicó en otro comunicado que "respetamos esta medida aunque lamentamos no poder contar con nuestro mayor activo: la afición". Y reclama que la gente se abone para "afrontar este complicado momento" en el que no hay taquilla.

Esta prohibición hizo que apenas una docena de aficionados siguieran el partido desde el puente sobre la calle Julian Besteiro, un lugar con menor separación de la que podrían haber tenido en el campo y estar indetificados. Hay que recordar que el Escartín tiene capacidad para unas 7.000 personas y que la entrada media está entre 500 y mil espectadores, por lo que no habría problema para mantener las distancias de seguridad. Esto es lo que nos comentaban estos aficionados quienes no entienden que en una terraza de un bar se pueden sentar 6 personas en una mesa y en el Pedro Escartin, que caben 7.000, no. "El otro día en Villacañas dejaron entrar a 200 personas ¿Quien lo entiende?", nos decían los pocos abonados que fueron y no pudieron entrar.

El verde, gafe.

Por segundo día consecutivo, el Deportivo Guadalajara volvió a jugar de verde pistacho en lugar de con el color morado que es tradicional en el Guadalajara desde su fundación.