Alarilla. Madrugada del 1 de enero
Apenas unos minutos después de que llegue el nuevo año, tras las campanadas y los fuegos artificiales, el Zagarrón recorre las calles de Alarilla.
El Zarragón, es el Botarga de los danzantes que lidera al grupo y va vestido de forma diferente. Provisto de estacas, y no de palos, pide la voluntad a los vecinos y anima la fiesta, saltando y haciendo cabriolas.
Indumentaria
Viste un traje de colores amarillo, rojo y verde, con un gran cencerro a la cintura en posición delantera, imitando un sexo masculino. Al ser una botarga de invierno, lleva antifaz, convirtiéndose en una especie de verdugo. A partir del año 1995 estrenó una careta de cuero, con especie de cuernecillos y babero que le llega hasta medio pecho tapando su traje original. A los pies viste las clásicas abarcas de labriego.
Su cometido consiste en seguir a las mozas en edad de merecer y asustar a la chiquillería. Este personaje tiene la peculiaridad de poder entrar a la misa mayor con la faz descubierta, cuando la misa termina reparte frutos secos y caramelos. Antiguamente repartía cañamones y anisillos, con una copa de aguardiente.
La fiesta del Zagarrón, que está declarada de interés turístico provincial, termina a las 12.30 de la mañana con una chocolatada en la Plaza Mayor.