El de la Banda de Brihuega en los campos de Villaviciosa.

 Cuando cerca de las 11 de la noche regresamos a Guadalajara centenares de coches enfilaban la carretera regional hacia la A-2. Recordaba el día del encierro de Brihuega; pero no, por una vez no son los toros los que concentran multitudes en Brihuega sino ese gran invento en que se convertido el mes de la Lavanda y en el que los campos aromáticos de la Alcarria siguen los pasos de Provenza y otros departamentos franceses.

Durante todos estos días de julio numerosas personas llegan hasta Brihuega para recorrer y hacerse fotos en los campos de lavanda que rodean al Jardín de la Alcarria, y no son pocos los que bajan hasta la villa. Pero son centenares los que llegan los fines de semana, que llenan bares, restaurantes, confiterías y comercios de alimentación. Las calles y muchas casas se cubren de adornos que con mucho gusto colocan ayuntamiento y particulares y se puede decir que durante todo el mes hay una animación que está aportando gran dinamismo a una localidad que es uno de los principales destimos turísticos de la provincia por su rico patrimonio artístico. Aunque gran número de estos visitantes proceden de Madrid, los hay también de la provincia y no son pocos los operadores turísticos que acercan a sus clientes hasta la Alcarria.

A calor de la Lavanda están floreciendo iniciativas culturales y comerciales a las que vemos con recorrido para seguir creciendo. Ayuntamiento, instituciones y emprendedores tienen más de un mes con gran potencial. Y al olor de la lavanda florece especialmente la música, que se favorece de la gran plasticidad que aportan estos campos para conciertos en los que el público viste ropas blancas.

Es justo reconocer el Festival de la Lavanda que organiza una empresa privada ligada al sector de las aromáticas, por la proyección que tiene en Madrid y en los medios de comunicación nacionales,  y al que vienen destacados artistas, famosos y políticos de alto rango [Estos últimos se prodigaron menos en el concierto de la Banda en el que vimos al senador Julio García, a la vicepresidenta de la Diputación Bárbara García, alcalde Luis Viejo  y miembros del Ayuntamiento brihuego]

Pero paralelamente a aquel glamuroso evento ha ido surgiendo un concierto popular y solidario en los campos de lavanda de Villaviciosa que se debe al protagonismo de la institución cultural más señera de Brihuega. Nos estamos refiriendo a la prestigiosa Banda de Música de Brihuega, que el año pasado cumplió 150 años y que es una de las grandes agrupaciones musicales de la provincia.

Este concierto solidario este año fue a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer y reunió a medio millar de personas que ocuparon las sillas que estratégicamente se colocaron entre los surcos de un majestuoso campo de lavanda. En el escenario la banda que dirige Raquel Sánchez-Pardo nos obsequiaron con un programa muy bien elegido para un público muy diverso que lo acogió con gran agrado. ¡Lástima que llegó el fresco de la noche y algunos no venían preparados para los rigores de la Alcarria!

Los músicos comenzaron con Kleznaía, de Jacob de Haan, y pasaron directamente a Sinatra in concert, temas del gran crooner americano con arreglos Norbet Studnizky. Luego llegaron los arreglos de Michael Sweeny sobre uno de los musicales de mas éxito de las útimas décadas, "Los Miserables". Para terminar con "Virginia" de Jacob de Haan. Como propina, un encadenado de grandes temas del pop español que sonaron muy bien en el campo de lavanda.

Una noche maravillosa en la que se pudieron combinar muchas sensibilidades para dar gusto a la vista, el olfato y el oído.

La Banda de Brihuega actuó al día siguiente en el castillo de Coracera en San Martín de Valdeiglesias (Madrid) dentro del Encuentro Internacional de Bandas de Música.