Muy poco público asistió a ellos, mientras había colas ante los consultorios para conseguir, en vano, un test de antígenos. Video en el interior
Una imagen de La Concordia al mediodía de hoy. /Fotos: GUDiario.
Aunque había miedo a que las aglomeraciones en torno a los vermuts navideños pudieran disparar todavía más el covid (en la provincia los contagios ayer duplicaron al día anterior), el riesgo va a ser leve. De ello se encargaron el miedo ante la subida de los contagios y el mal tiempo durante el mediodía del viernes, seguramente más lo primero que lo segundo ya que si bien llovió al mediodía, fue muy ligeramente y no hacía frío.
En San Esteban hubo más público que en otras zonas, pero nada que ver con experiencias anteriores a la pandemia.
Pero por una cosa u otra, los vermuts de este 2021 fueron muchos menos concurridos que los de año 2019 (en el 2020 no se autorizaron por la pandemia) y por las calles del centro de Guadalajara se podía transitar sin aglomeración alguna. Por la tarde sí hubo más afluencia en algunos puntos del centro, pero nada que ver con años anteriores.
Lo peor fue para los hosteleros de la ciudad, a los que el Ayuntamiento de Guadalajara había concedido permiso para instalar hasta 33 barras en la vía pública. Como ni el gobierno central ni la administración autonómica elevó restricción alguna, el Ayuntamiento mantuvo las autorizaciones para no causar más perjuicios. Pero lamentablemente en un año que ha sido muy duro para la hostelería local, no pudieron tampoco resarcirse en estas fechas que en años anteriores eran más propicias. El Covid todo lo condiciona.
Esta zona del centro estaba otros años abarrotada.
No hubo público en los vermuts del centro de la ciudad, más allá de las sombrillas bajo las cuales el personal se refugiaba de la fina lluvia, ni tampoco en La Concordia donde entre los feriantes las caras eran de desolación. Y las mesas de comidas estaban completamente vacías, a pesar de la animación que había sido contratada por el Ayuntamiento.
Hoy, muchas farmacias de Guadalajara tenían colgado este cartel.
Colas esta mañana en torno al centro de salud de Los Manantiales.
Mientras tanto, en el centro de salud de Los Manantiales había una gran cola para entrar. Todo el mundo quería un test de antígenos, para ir más tranquilos a la cena de nochebuena con la familia. Y aun pagando eran difíciles de conseguir, ya que también se habían acabado en la mayoría de las farmacias.