El ayuntamiento de Guadalajara endurece las sanciones que pasan de leves a muy graves
No recoger las cacas del perro supondrá una multa de mínima de 1.500 euros
El incivismo de algunos propietarios de perros ha obligado al ayuntamiento de Guadalajara a endurecer de forma importante las sanciones para aquellos que no recojan las heces de sus perros de la vía pública. El tema no es nuevo, pero es cierto que la mayor presencia de mascotas hace que el problema sea cada vez mayor.
Según ha podido confirmar Guadalajara Diario en estos momentos se está elaborando la nueva ordenanza municipal que regulará la tenencia de animales (y que actualizará la de 2014), una ordenanza que establece, tal y como avanzó el alcalde, Alberto Rojo, en el debate del Estado de la Ciudad, un importante incremento de las multas para los incumplidores.
En la anterior ordenanza, no recoger las cacas, era considerado como falta leve y tenía una multa que podía ir desde un apercibimiento hasta los 250 euros. En la nueva ordenanza este tipo de acciones pasa a ser falta muy grave y su sanción será, como mínimo de 1.500 euros, aunque puede llegar hasta los 3.500.
Con esta decisión se quiere eliminar la idea de unas calles, aceras y jardines salpicados de heces de perro aunque desde el propio ayuntamiento reconocen que es complicado porque es necesario detectar la infracción en el momento en que se está produciendo. De momento el ayuntameinto no se plantea hacer un censo de DNI canino. La concejala de Medio Ambiente, María Ángeles García, señala que "es caro y no da los buenos resultados esperados. De hecho el PP habló de ponerlo en marcha y no lo hizo"- recuerda.
Para dar de comer a los gatos hará falta tener un carné de alimentador
Prohibido dar de comer a los gatos
La nueva ordenanza establece también la prohibición de dar de comer a los gatos a todas aquellas personas que no tengan la pertinente autorización por parte del Ayuntamiento de Guadalajara. Una acción que también será considerada como falta muy grave y que supondrá una sanción de hasta 3.500 euros.
Según María Ángeles García en esta ordenanza se introduce el conocido como protocolo CES (captura, esterilización y suelta) que busca tener controladas y esterilizadas a las colonias de gatos.
A partir de ahora si una persona quiere alimentar a las colonias de gatos callejeros deberá recibir una formación y tener autorización expresa (carné de alimentador) para dar de comer a estos animales, comida que según la concejala “no podrán ser nuestras sobras, siempre tendrá que ser comida seca”. Con este protocolo quieren evitar las colonias descontroladas. Todos los gatos serán esterilizados y marcados en la oreja izquierda. Además, para evitar problemas de salubridad, estas colonias felinas se ubicarán lejos de colegios, centros de salud y centros sociosanitarios.
La nueva ordenanza todavía no ha sido aprobada en pleno, pero se llevará a la sesión que se celebrará a final de este mes de octubre. De momento ya ha sido aprobada en Junta de Gobierno y se están estudiando las enmiendas presentadas por la oposición, más de 30, para ver si se incorporan en el texto definitivo.
Una vez aprobado en pleno, la nueva normativa se publicará en el Boletín Oficial de la Provincia y entrará en vigor en el plazo marcado.
