Los agentes intensificarán las inspecciones sobre estos vehículos.
Hoy ha dado comienzo la Campaña de Vigilancia y Control del Transporte Escolar puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico, y a la que se suma el Ayuntamiento de Guadalajara.
A lo largo de esta semana, los agentes intensificarán las inspecciones sobre los vehículos destinados a este tipo de transporte, comprobando que las autorizaciones y documentos que porten sean los correctos para la prestación del servicio.
Asimismo, verificarán que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, al igual que los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
Desde octubre de 2007, se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados los sistemas de retención.
Según datos de la Dirección General de Tráfico, el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo, o justo en los instantes inmediatos, y en muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar, o de los padres.
Otra de las causas es la velocidad inadecuada. En este caso, recordar que está comprobado que a 50 km/h, que es la velocidad máxima permitida en vías urbanas, las posibilidades de que un niño sobreviva sin ninguna medida de seguridad es escasa, ni siquiera a poca velocidad se garantiza su supervivencia
Recomendaciones
La Dirección General de Tráfico recomienda, si el menor llega andando al colegio, algunas de estas pautas: mirar a ambos lados antes de cruzar, siempre por semáforos o pasos de peatones; caminar por el interior de la acera, lejos del bordillo y no cruzar las calles o plazas en diagonal o zig-zag.
Si por el contrario, debe utilizar el transporte escolar, se recomienda no parar nunca detrás del autobús, porque no se le ve; esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante; mantenerse sentado y con el cinturón puesto dentro del autobús; y no correr al llegar, ni salir.