Aseguran estar enfadados con las criticas de los pacientes cuando están trabajando más que nunca.

El centro de salud de El Alamín, que es el más tarjetas sanitarias tiene, es el único que hoy martes tenía colas delante de sus puertas/ Gu Diario

Para conseguir una cita telefónica con el médico de familia en el Centro de Salud del Alamín en Guadalajara capital hay que esperar, de media, 10 días. En el Balconcillo cuatro. Una demora que los pacientes no entienden y que empieza a provocar críticas airadas de la sociedad que se pregunta cómo esta pasando esto.

Hace unos días que ha empezado a funcionar un call center para atender las miles de llamadas de teléfono que se producen cada día para conseguir cita con el médico. Antes las llamadas tenían que ser atendidas por los auxiliares del centro de salud pero no daban abasto. Por no funcionar ni siquiera funcionaba el sistema para pedir cita por internet en muchos centros de salud. Eso hacía imposible el trabajo de los auxiliares y desesperaba a los pacientes. Ahora con el call center la situación ha mejorado pero las esperas para que tu médico te llame por teléfono siguen siendo demasiado largas.

"Los centros de salud no están colapsados, pero sí sobrepasados”

Carteles informativos en la puerta del centro de salud de El Balconcillo/ Gu DiarioY es que la carga asistencial que están soportando los centros de salud empieza a ser alarmante. “Los centros de salud no están colapsados, pero sí sobrepasados”. Así lo asegura Margarita Parrilla, vocal de Atención Primaria Urbana en el Colegio de Médicos de Guadalajara quien afirma que la atención telefónica en vez de ayudar retrasa. “La atención telefónica vale para lo que vale. Está bien para hacer recetas a crónicos, para dar resultados de analítica pero cuando hay patología hay que citar presencialmente”. Esta doctora que trabaja en el centro de salud Sur, en El Ferial, asegura que hacer las consultas por teléfono es complicado y obliga a los profesionales a consultas más largas y con más preguntas porque no ver al paciente te quita información sobre su estado. “Estás jugando con la incertidumbre porque no ves la cara del paciente y se pierde la empatía entre el médico y el paciente y eso funciona mal”- asegura.

Los pacientes accedían con total normalidad al centro de salud del Balconcillo esta mañana/ Gu Diario

Entre los vecinos de Guadalajara la crítica hacia los médicos es constante:  no entienden que se tarde cinco días o diez en que te hagan una llamada de teléfono pero Parilla asegura que desde marzo están trabajando más que antes. En su caso particular antes de la pandemia atendía a una media de 50 pacientes diarios. El día que hablamos ha atendido a 72 “y no he sido la que más, ha habido compañeros con 90”- afirma.

¿Por qué estamos así?

La gran presión asistencial que está soportando el sistema sanitario en Guadalajara (como en el resto del país) tiene muchas causas. Una de ellas la necesidad de los pacientes de ser atendidos, “en marzo sólo atendíamos COVID y las cosas urgentes. Parecía que la gente estaba tranquila en casa y que no necesitaba nada, pero han sido 3- 4 meses. Ahora cuando la gente ha empezado a salir ha aflorado toda la patología que no se ha tratado antes. Eso ha hecho que nos desbordemos” afirma Parilla.

A ese factor se une otro más. Ha sido verano y los profesionales tienen vacaciones. Margarita Parilla recuerda que llevan ya varios años sin sustitutos eso obliga a que se hagan turnos para cuadrar los días de descanso, en esos días atienden a sus pacientes, a los del compañero y a los pacientes COVID que desde agosto no paran de aumentar.

No es que la administración no quiera poner médicos. Es que no hay”.

El tercer elemento para explicar esta situación es la falta de médicos: “No es que la administración no quiera poner médicos. Es que no hay”. En 2010, con la crisis económica, hubo restricciones en las plazas MIR y no hay profesionales formados en esa especialidad, además muchos se han ido al extranjero", donde tienen mejores sueldos- explica esta médico de familia.

Parilla: “Estamos enfadados con las críticas”

Un cóctel que está desbordando las consultas y convirtiendo a los profesionales en diana de numerosas críticas de pacientes que les acusan de no trabajar “Estamos enfadados por esa situación porque estamos trabajando como locos. En las redes sociales nos ponen verdes y es muy desagradable porque trabajamos más que antes.”

“En marzo nos aplaudieron, pero eran aplausos falsos- afirma esta profesional.  Se les ha olvidado todo. Ahora porque no les coges el teléfono ese día te ponen verde. El otro día en el centro de salud un paciente empujó a una compañera porque le dijo que no era pertinente hacer una cosa”- relata.“

Estamos hechos polvo, pero seguimos, como siempre, al pie del cañón.

A día de hoy casi el 50% el trabajo que realizan los médicos de Guadalajara está relacionado con el COVID. Aunque los rastreadores se encargan de buscar a los contactos de los positivos el médico de cabecera es el que lleva el proceso que hay que seguir: el facultativo valora si se hace la PCR o no, se cita al paciente para darle el resultado y según el resultado (o según tenga síntomas o no), se hace el seguimiento que será más o menos estrecho dependiendo de cómo se encuentre. Al final los médicos de familia son los que deciden que si un enfermo COVID permanece en casa o tiene que ir al Hospital.Normalidad absoluta a las puertas del centro de salud del Ferial/ Gu Diario

Una situación de tensión que también está haciendo mella en los profesionales “Anímicamente estamos hechos polvo, pero estamos como siempre al pie del cañón. Cuando entras al centro de salud te olvidas de tu familia y sabes que tienes que solventar la situación sea lo que sea. Cuando ves que en centro de salud compañeros tuyos se contagian te afecta, pero es nuestra profesión, estamos preocupados, pero seguimos al pie del cañón”.

A pesar de todo Parrilla reconoce que ante esta segunda ola están mejor preparados. “Sabemos lo que nos espera y tenemos el material que no teníamos entonces. Esperamos que no sea igual de gordo que en marzo”.  

Sobre el invierno es optimista “Australia, que ahora está en invierno, ha tenido una menor incidencia de gripe. Si todos llevamos la mascarilla y nos podemos la vacuna será mas fácil". Para ello pide responsabilidad, que la gente guarde el confinamiento y lleve la mascarilla bien puesta.