Como ayer en la procesión de la Antigua, decenas de miles de personas participaron en el pregón de peñas. Galería de fotos en el interior y vídeo.
Más de uno, cada año nos preguntamos cuando vemos la plaza Mayor y calles adyacentes atiborradas de peñistas el lunes de Ferias dónde se mete toda esta gente el resto del año cuando salimos el fin de semana en Guadalajara y nos encontramos una ciudad, digamos que tan tranquila por no decir otra cosa, que parece un balneario de jubilados.
¿Están todos en Madrid? ¿En Alcalá de Henares? ¿En sus pueblos de fin de semana? Pero como sería muy extenso de debatir los motivos de esa opinión generalizada de los jóvenes sobre esa falta de ambiente en la ciudad, vayamos a lo concreto. Y diremos que hoy, como ayer en la procesión de la Antigua, decenas de miles de personas se echaron a la calle para acudir, los que pudieron llegar, a la plaza Mayor para escuchar el pregón de la veterana peña de la Agüela. Y no sólo eso, hasta hubo mucha gente a lo largo del recorrido, lo que nos sorprendió porque también ha habido años en que los peñistas han dado vivas a Baco calle mayor arriba si apenas nadie que les riera la gracia. Ahora que llega un equipo de Gobierno que dice tener voluntad de cambiar cosas, ahí tiene la oportunidad de cambiar algo que claramente es manifiestamente mejorable. No digo yo que sigamos el modelo de las carrozas de Azuqueca, porque en la capital las peñas no tienen esa mentalidad estajanovista de echar horas y horas en la elaboración de una carroza ( y lo recooce un peñista de los setenta y ochenta), pero algo se podrá hacer.
Mientras tanto, mucho cuidado con no tocar lo que funciona a los de los cambios. Porque como dijo portavoz de la peña la Agüela tenemos las "mejores fiestas del planeta" y en un ramalazo de euforia conminó al nuevo alcalde que no busque ningún Hemingway para publicitarlas, porque nos podemos convertir en "una Pamplona cualquiera". Por presumir que no quede quede. El peñista también hizo una llamada al lema de estas Ferias, Guadalajara contra la violencia machista, y dejó claro una cosa para que todos se lo metan en la cabeza: "Solo un sí es sí". También que la fiesta es tan extensa que las peñas tienen que estar por toda la ciudad y no comprimidas en un solo lugar.
Llenazo en la plaza, y balcones también abarrotados en la Casa Consistorial en las primera Ferias del alcalde Rojo, don Alberto. Esta vez ningún grupo político municipal objetó y todos se asomaron ante las multitudes que pegaban saltos en la plaza, no sea que a final de mes vuelvan a llamarles a las urnas, aunque esta vez sea para ver si Sánchez logra una mayoría para gobernar aunque sea a base a repetir las votaciones cada seis meses. Pero eso sería en noviembre.
De momento tengamos las Ferrias en paz, y a ver si el gafe de la Aemet se equivoca y el viernes y sábado no se pone a llover. Tendría gracia que en un verano más seco que la mojama le de por llover el fin de semana de Ferias. Me recuerda a los viejos tiempos en que las fiestas de Guadalajara parecían patrocinadas por San Isidro.
¡Señor alcalde, lleve dos docenas de huevos con urgencia a la Virgen de la Antigua!