La empresa, propietaria del bloque, quiere vender las viviendas y se niega a renovar los contratos
El bloque de viviendas, era propiedad de Quabit, pero lo vendió a Anida en noviembre
Cincuenta familias batallan en estos días para conseguir que se arregle una situación que consideran injusta. Son los inquilinos de un bloque de viviendas de la calle Alicante en Guadalajara capital, un bloque de VPO que fue construido por Quabit en 2008, y que está ocupado por familias en régimen de alquiler.
Los problemas de estos inquilinos empezaron hace unos meses cuando al llegar el momento de renovar los contratos de alquiler se encontraron con que la actual propietaria, Anida BBVA, se negaba a ello diciéndoles que no se les iba a renovar y que querían que el edificio quedase vacío.
De las 87 viviendas disponibles hay 37 inquilinos que ya se han marchado, pero los 50 restantes han decidido presentar batalla. Aseguran que la venta del inmueble por parte de Quabit a Anida se realizó seis meses antes del tiempo establecido por ley ya que se efectuó el 1 de noviembre y no podían hacerlo hasta abril de este año.
Quabit niega irregularidades
Una irregularidad que niegan desde Quabit. Desde esta empresa confirman a Guadalajara Diario que Quabit realizó la venta de forma totalmente legal, que en su día se pidió autorización por escrito a la Junta de Comunidades para la venta de todo el edificio y que la Junta lo concedió. "No hay ninguna actitud especulativa- señalan desde Quabit- sólo un cambio de propietario ya que ANIDA se subrogó en las mismas condiciones que había"
Pisos en venta
Los actuales inquilinos están intentando contactar con un interlocutor válido de ANIDA. De momento, lo único que han conseguido es que a través de la red comercial se les ofrezca la posibilidad de comprar los pisos en los que viven, pero los precios les parecen demasiado altos. Según Miriam, una de las afectadas, les piden 205.000 euros por un ático con 90 metros de vivienda más 90 de terraza, 120.000 por un piso de un dormitorio o 158.000 por un piso de de tres habitaciones.
De los 50 inquilinos actuales ya hay 10 que están como okupas ya que se niegan a marcharse del inmueble a pesar de que su contrato ha terminado y ANIDA no se lo renueva. Según los inquilinos la situación es urgente ya que la mayoría de los contratos vence en el mes de diciembre.
El conjunto de vecinos considera que se les debería haber ofrecido comprar los pisos antes de vendérselo a ANIDA y han pedido a la Junta de Comunidades que medie en el conflicto. Desde la Junta han señalado que estudiarán la situación pero han confirmado que la venta del edificio fue legal.
"Al final se nos considera números- señala Miriam-. Nos han creado situaciones dolorosas porque somos familias que nos vamos a tener que ir por unas circustancias que se podrían haber evitado". De momento piensan seguir presentando batalla.