Loquillo es un catalán que opina “que es mejor sumar que restar”. El publico disfrutó, sobre todo con la parte final del concierto donde se concentraron los grandes éxitos.

 Guadalajara tenía ganas de Loquillo y éste no les defraudó… a ratos. Su concierto, que duró algo más de dos horas, comenzó con varios temas de su último trabajo Viento del Este (2016).

Salió al escenario cantando “Salud y rock and roll”, tema que da nombre a su gira, y siguió con otros como “A Tono Bravo” o “Viaje al Norte”. Intercalados, sonaron otros temas un poco más conocidos, pero tuvieron que pasar 45 minutos, más tiempo del que la mayoría del público hubiese querido, hasta que llegó “El Rompeolas”, uno de los antiguos éxitos que la gente pudo por fin, cantar a pleno pulmón.

Tras este gran éxito Loquillo y su banda fueron salpicando el concierto con otros temas muy conocidos como “El Ritmo del garaje” o “Quiero un camión” hasta llegar a la apoteosis final con varios clásicos “Feo, fuerte y formal”, “Rock and roll Star“ y la gran despedida con “Cadillac Solitario”, que siempre canta al final.

Al margen de la play list, Loquillo sigue seduciendo por su vitalidad y magnetismo en el escenario, una personalidad que sale a relucir en cada gesto que hace.

El público de Guadalajara, formado en su mayoría por personas maduras, fue bastante más numeroso que en el concierto de Fangoria. Todos disfrutaron de Loquillo y jalearon todas y cada una de las frases, aunque fueron pocas, que el barcelonés les dirigió desde el escenario. En una de sus intervenciones el cantante no quiso olvidarse de un tema muy actual e hizo una alusión al referéndum de Cataluña diciendo que él es un catalán que opina “que es mejor sumar que restar”.

El público entregado, participó sin reservas en el concierto, le hicieron coros y cantaron “porque yo tengo una banda de rock and roll“ mientras Loquillo les animaba y les escuchaba desde el escenario.

En esta ocasión el acceso al concierto fue más fluido que en el concierto de Fangoria, aunque por segunda vez, se produjeron largas colas de última hora  que llegaban, en dirección hacia San Roque, casi al final del parque de la Fuente de la Niña. Cerca de siete mil personas asistieron al concierto.