Este domingo, 12 de marzo, a las siete de la tarde, tiene lugar en la Real Academia de la Historia la pronunciación de su discurso de ingreso como académico de número.
No voy a decir que sea motivo de orgullo (palabra que no me gusta, porque puede conllevar algún matiz de arrogancia y vanidad), sino de satisfacción, de júbilo y alegría que ocupe un escaño de esta docta institución un amigo y paisano que tiene sus orígenes en ese pueblo pequeño, en el límite de la provincia, llamado Millana, donde yo me crié.

Foto Jose Manuel Nieto Soria, Academia de la Historia.

Sí. Que José Manuel haya alcanzado esa cúspide, donde sólo moran personas doctas, me mueve a escribir estas líneas, para compartir mi alegría con toda la provincia de Guadalajara y pediros que le demos todos juntos las gracias, porque su nombramiento nos honra a todos nosotros.
He conocido a sus abuelos y a sus padres, en aquel Millana de los años cuarenta, donde, según palabras del propio José Manuel, se vivía con costumbres auténticamente medievales. ¡Qué gran cambio el de nuestro académico, de aquel siempre noble origen de nuestros abuelos a este presente!

Nuestro ilustre alcarreño es un claro ejemplo de ascenso por meritocracia: premio extraordinario de fin de carrera, premio extraordinario por su tesis doctoral, numerosísimas publicaciones, conferencias, seminarios, etc., cuya exposición ocuparía varias páginas. Si queréis conocerlo, basta con que pongáis su nombre en el navegador de vuestro ordenador y aparecerá; pero… ¡cuidado! Agarraos bien antes, porque da vértigo.

Nuestro paisano ha pasado a ser el Excmº. Sr. D. José Manuel Nieto Soria, algo que, en mi opinión, ha perdido valor en un país en el que gozan de ese tratamiento muchas personas que no tienen excelencia suficiente. Su gran mérito no es ser Excmº. Sr., sino un señor excelentísimo, escrito con minúsculas; pero sin perder un ápice de su significado. Los honores que recibe ahora son la consecuencia de muchos años de dedicación permanente y no me atrevo a decir que también de trabajo, pues me da la impresión de que, para él, se trataba, más bien, de una actividad placentera.

Mi felicitación a nuestra provincia de Guadalajara, por este nombramiento que nos honra a todos, y (¿cómo no?) a nuestro querido protagonista.