
En Valdenuño Fernández se celebra el domingo 10 de enero, la fiesta de "La Botarga", también llamada del Santo Niño Perdido.
Como manda la tradición, la fiesta será el día 10 de Enero de 2016, es decir, el primer domingo después de Reyes. Tiene lugar en Valdenuño Fernández, un pueblo de la Campiña de Guadalajara, situado a 50 km. de Madrid, junto a El Casar.
La fiesta tiene su origen en el siglo XVIII, dato recogido en el libro de contabilidad que data del año 1721. Se cree que un niño abandonó su casa y el pueblo se volcó en su búsqueda, yendo casa por casa para encontrarle. Finalmente fue encontrado en la iglesia, donde todo el mundo lo celebró con gran entusiasmo. Hoy, todo ello, se representa en la figura de una Botarga acompañada de 8 danzantes y un tamborilero. Juntos van por las casas del pueblo en busca del Santo Niño, pidiendo limosnas, dulces, licores, etc. Además, en muchas de ellas, se hará una pequeña representación de la danza del "paloteo". Todo ello ocupa toda la mañana comenzando a las 8.30 am.
Como marca la tradición, la búsqueda finaliza en la iglesia del pueblo, donde tras una misa, se llevará a cabo la danza del "paloteo" en el interior y en el exterior de la iglesia, siempre acompañados por la Botarga. Esta danza es símbolo de confrontación entre el bien y el mal. Los danzantes al son del tamborilero, chocan sus palos con gran fuerza, llegando incluso a romperse. Se trata de una danza de gran impacto visual y con la que el pueblo se siente muy involucrado. Los danzantes son jóvenes entre 16 y 26 años, que suelen danzar entre 5 y 8 años, de ahí que el pueblo esté involucrado, pues todos los hombres de Valdenuño Fernández durante su juventud ha sido danzantes. También los niños desde que cumplen los 14 años, aprenden la danza para dar relevo en un futuro.
Por la tarde, se celebra una procesión con la imagen del Santo Niño Perdido, seguida una vez más, por la danza del Paloteo, tras la cuál se realizará la tradicional "guerra de las naranjas". Esta "guerra" consiste en el lanzamiento de naranjas entre la botarga y los danzantes, representando, otra vez, la confrontación entre el bien y el mal. Para concluir con la fiesta, se rifa una cordera, una anguila, un jamón y varios regalos sorpresas entre la gente del pueblo y todo aquel que haya asistido a la fiesta.
Como novedad, este año, la incorporación de un nuevo Botarga. Con tan solo 18 años, Jesús Ángeles Díaz, toma el relevo de Mario Antón Muñoz, después de 7 años representando este importante papel de nuestra fiesta. Además del relevo de uno de los danzantes, Jorge López Rodríguez, que ocupa el lugar de José Manuel Hernanz Redondo.
La fiesta está declarada de interés turístico provincial y, actualmente se encuentra en trámites para convertirse en fiesta de interés turístico regional.