Marina autora del segundo gol dinamistaLas dinamistas supieron aprovechar sus ocasiones

Enrique Largacha

El Dinamo Guadalajara se desplazaba a Pozuelo para disputar un partido, que valedero para la jornada décima, le enfrentaba con el titular de la localidad, partido en el que las alcarreñas querían recuperar alguno de los puntos perdidos la semana anterior ante el Olímpico.

Desde el comienzo es el conjunto local el que lleva la iniciativa del partido, gracias a jugar con una marcha más que las dinamistas a las que dominan ampliamente y fruto de ello es el primer gol de las locales, obra de Adriana, que sube al marcador en el minuto 7.

Poco a poco parecen superar las alcarreñas el dominio de las madrileñas y comienzan a llegar a los aledaños de la portería rival, convirtiéndose la confrontación en un encuentro de ida y vuelta, si bien las locales parecían tener mayor mordiente que las verdinegras (en esta ocasión de rojo).

Sin embargo, en el minuto 20, la dinamista Esther ve adelantada a la guardameta local y con un lanzamiento desde más allá de la línea que delimita el centro de campo, lanza un chut que supera por alto a la portera y consigue la igualada en el marcador.

En el minuto 35 el Dinamo era penalizado con una pena máxima por claro derribo dentro del área, que detiene la meta Alba, bien colocada.

El partido se convierte en un monólogo, con el Pozuelo dominando, ante un Dinamo que da un paso atrás para defender el empate, llegándose al descanso con el consabido empate a uno en el marcador.

En el segundo periodo no varía el guion del partido, con un Pozuelo que cuenta con jugadoras de gran técnica individual y entrando por banda pone en peligro una y otra vez a la defensa forastera.

Pese a ello, en una jugada de contragolpe, perfectamente trenzada por las visitantes, Marina acierta a marcar de tiro cruzado, ante la desesperada salida de la portera madrileña, en el minuto 54.

Al ponerse por delante en el marcador, las alcarreñas juegan con mayor tranquilidad y comienzan a hilvanar un mejor juego, ante un Pozuelo que acusa el mazazo del segundo tanto forastero y el esfuerzo físico realizado hasta el momento.

Santiago Encinar mueve el banquillo, para tratar de asegurar el resultado, pero sin olvidarse de buscar la portería contraria.