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Enrique Rubio y Miguel Molero, del club de Piragüismo “Cuenca con Carácter”, fueron los primeros en cruzar la meta, ubicada 300 metros aguas abajo del Puente de Trillo, en la XXII Edición del Descenso del Tajo. Participaron 65 embarcaciones y 79 palistas.
Terminaron la prueba con un tiempo de 53 minutos y 32 segundos. A continuación lo hacía un veterano en Trillo, Pablo Zamora, que lleva participando en ella desde que militaba en categoría cadete y que el año que viene pasará a veterano (más de 35 años). Hasta la fecha sólo se ha perdido uno de los veintidós descensos disputados. Se impuso en la modalidad de K1, con un tiempo de 56 minutos y 39 segundos. Los tres primeros en cruzar la meta son conquenses. Enrique y Miguel pertenecen al Club “Cuenca con carácter”, mientras que Pablo Zamora pertenece al Club “Las Grajas”. Todos practican en un tramo del río Júcar localizado a poco más de dos kilómetros de la ciudad manchega.
Enrique Rubio, satisfecho con su triunfo en K2, reconocía con humildad que “lo nuestro son los rápidos, nos hemos adaptado bien al caudal y las corrientes que llevaba el río este año, pero a los que hemos vencido hoy, en pista o aguas tranquilas, son superiores a nosotros”. “Somos menos potentes, pero más hábiles”, remachaba Molero satisfecho. Segundos en el K2 cruzaron la meta Oscar Bueno y Vicente Tortajada, a cuatro minutos y diez segundos de los vencedores.
Pablo Zamora vio premiada una edición más su fidelidad al Descenso trillano, venciendo claramente en su categoría con más de dos minutos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, Pablo Baeza Hernanz. “Este año el caudal del Tajo ha sido mucho mayor que el de anteriores ediciones, y por lo tanto, menos técnico, podías trazar los rápidos por donde quisieras”, declaraba en la llegada.
El palista tenía problemas en la salida. Se caía y llenaba su piragua de agua. “He tardado cinco kilómetros en terminar de vaciarla, pero al final he cogido a los primeros a la altura de la presa de Azañón, al terminar la pista”, decía. Su habilidad para negociar las aguas bravas y la experiencia en la prueba hicieron el resto. En el K1 femenino, la primera en cruzar la meta fue una juvenil, Carolina Massagues, del CDB PiragüaMadrid, que lo hizo en 01 h, 05´ y 48”. En el K2 senior se impusieron Elena Baeza y Lucía Huerta, también del “Cuenca con carácter”, con un tiempo de 01 h. 11´ y 13”.
Por clubes, el vencedor absoluto fue el Club Piragüismo “Cuenca Con Carácter” (CLM), seguido del Club Piragüismo “Piraguamadrid” (Madrid) y del A.D. Scooter Club Algemesí (Valencia).
Tras haber pasado la preceptiva desinfección obligatoria de embarcaciones, para mantener la calidad y pureza del entorno natural, se dio la salida tipo Sella a las 17:30h en el tramo alto del río Tajo para las embarcaciones tanto de competición como del descenso popular. Los cinco primeros kilómetros transcurrieron por tramos sin dificultad de aguas tranquilas. A partir de la presa de Azañón comenzaron las dificultades del recorrido, con pasos de grado I y II, que hicieron del mismo un espectáculo deportivo de gran calidad, estando presente el público en general, familiares y amigos de los participantes en los lugares de mayor dificultad y espectacularidad como el sorteo de la presa de Azañón por una rampa de 18 metros de desnivel, sin necesidad de portear, punto donde comenzaba la dificultad de la navegación por tramos entre hoces y parajes de gran belleza y donde la habilidad técnica de los palistas tenía mayor importancia, para llegar finalmente al tramo final, ya en Trillo, donde estaba instalada la meta.
Después de disputado este tradicional Descenso que cumple ya 22 años, la organización, el Club de Piragüismo de Trillo, que ha contado con el patrocinio del Ayuntamiento, agasajó a los participantes con una cena en el interior del recinto de la plaza de toros, en el paraje denominado "La Isla", para concluir con la entrega de trofeos tanto de la prueba nacional como de las clasificaciones autonómicas. Como colofón, los fuegos artificiales pusieron el broche de oro de este Descenso del Tajo.
En el XXII Descenso participaron 11 clubes pertenecientes a seis autonomías, con un total de 65 embarcaciones y 79 palistas. La participación ha sido inferior a la esperada, pese a que la prueba era valedera para la Liga nacional de Bronce de Descenso de Ríos. Según comentaban los participantes, la razón está en la crisis, que hace que los clubes no cuenten con medios económicos para desplazarse y también “la falta de apoyo de la Federación Española a nuestra prueba, que en futuras ediciones se han comprometido a solventar”, comenta José Luis Bodega, presidente del Club Piragüismo de Trillo.
En este sentido, Juan Carlos Vinuesa, secretario nacional de la Federación Española de Piragüismo, comentaba al terminar el Descenso que el tramo del Tajo sobre el que se disputa es idóneo para que la prueba crezca en próximas ediciones “por la pureza de las aguas, el caudal y el salto de la presa, verdaderamente precioso y muy atractivo deportivamente”. El representante federativo comentaba que el río trillano reúne “las condiciones para convertirse en una prueba importante del calendario nacional de descenso de río deportivo”. Además de la crisis económica, “quizá haya que buscar una ubicación temporal que encaje un poco mejor en el calendario de preparación de los clubes nacionales, para que no haya interferencias con otras pruebas similares o con la preparación de citas ineludibles"
Foto superior: llegada del K-2 que ganó la prueba. Sobre estas líneas, la llegada del K-1.
