
El pasado lunes, en la Puerta Grande de la Plaza de Toros de Guadalajara, se realizó una reunión entre los ganaderos de bravo de la provincia y las Peñas Taurinas.
En la reunión, que estuvo dirigida por Eduardo Flores de la ganadería Valtaja, de Galápagos, y Diego Valladar, de la ganadería Valdencinas, de Fuentelencina, explicaron que con la situación actual no hay ningún por qué para suspender los festejos a celebrarse en los meses de julio, agosto y septiembre, donde se concentra el núcleo principal de actos taurinos en la provincia de Guadalajara.
Durante la reunión, que congregó a la mayoría de ganaderos de Guadalajara y a una gran parte de las Peñas Taurinas, se mostró la preocupación del sector ganadero de lidia y profesionales de pasar un año en blanco ante la predisposición de algunos ayuntamientos a suspender sus fiestas para ahorrar dinero y destinarlo a otros fines.
El hecho de que Guadalajara haya suspendido sus ferias, con casi cuatro meses de antelación, y Brihuega con tres, crea un complicado precedente, a juicio de los ganaderos. Desde el sector taurino solo se pide calma para ir viendo como transcurre la epidemia que está en la senda de controlarse.
Hay un dato positivo. En caso de tirar hacia adelante, haciendo una radiografía de los festejos taurinos de la provincia, se valoró que se pueden organizar en una semana.
Desde las Peñas Taurinas se mostró también su preocupación por pasar un año sin festejos taurinos en los municipios y su compromiso de trasladar tranquilidad a sus ayuntamientos a la hora de tomar decisiones.
También desde las peñas taurinas mostraron su intención de articular un órgano colegiado, entre todas, con el fin de organizar sus reivindicaciones ante las instituciones públicas.