Asegura que está al servicio de Castilla - La Mancha y de España, "pero desde aquí".
Page devuelve los aplausos a los asistentes junto con tres represetantes de la sociedad civil que intervinieron en la toma de posesión. /Fotos: JCCM.
El socialista Emiliano García-Page ha jurado este sábado el cargo de presidente de Castilla-La Mancha para una tercera legislatura, tras la mayoría absoluta que el PSOE obtuvo en las urnas el 28 de mayo. Page gobernó una legislatura en coalición con Podemos, en 2016, cuando el PP de María Dolores Cospedal fue la lista más votada pero no fue investida; en 2019 logró una cómoda mayoría absoluta; y en 2023 la repitió aunque con solo 1 escaño de diferencia.
Page fue flanqueado en su toma de posesión por la vicepresidenta Nadia Calviño y el presidente de las Cortes, Pablo Bellido.
En un acto celebrado en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia del Gobierno regional, García-Page utilizó la fórmula del juramento en lugar de la promesa ante la Constitución Española, juramento para el que se ha utilizado la Carta Magna que guardan las Cortes de Castilla-La Mancha.
Antes del juramento, se ha dado lectura al Real Decreto por el que se declara el nombramiento de García-Page como presidente de Castilla-La Mancha y que este mismo sábado se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado y en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.
Al acto han acudido más de 400 personas, entre ellos la vicepresidenta primera del Gobierno central, Nadia Calviño, en representación del Ejecutivo. Pedro Sánchez, que estuvo en la primera toma de posesión de Page, no acudió esta vez a Toledo, aunque el castellano-manchego es el único presidente socialista que ha ganado por mayoría absoluta.
En lugar destacado se sentaron la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ex alcaldesa de Puertollano; el presidente de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, y el presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón.
Foto de familia de las principales autoridades aistentes al acto de toma de posesión.
Asimismo, ha acompañado a Page en la tribuna, con la vicepresidenta del Gobierno, el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, diputado por Guadalajara.En primera fila se sentaron el delegado del Gobierno Central en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca; los expresidentes autonómicos José María Barreda y José Bono, el obispo auxiliar de Toledo y autoridades judiciales y militares, entre otros. Al presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, que fue candidato derrotado a la presidencia de la Junta,el protocolo le asignó la cuarta fila.
Representantes de la patronal, algunos empresarios y líderes de los sindicatos de la región; representantes de entidades agrarias, de la Justicia, de las entidades financieras de la comunidad autónoma autoridades académicas, así como colectivos sociales y representantes del tercer sector también han acudido al acto de toma de posesión, que se ha celebrado en el Palacio de Fuensalida, sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades, con un intenso calor propio del julio toledano.

No a los debate bilaterales y a trocear España
El presidente regional hizo una reivindicación de la política a lo largo de su discurso y de la España de las autonomías que recoge la Constitución de 1978. Sobre lo primero dijo que "la política no es para nada como la gente se imagina", rematando que "muchos se dejan la piel en ella". Y sobre las aurtonomías, dejó claro que no nacieron "para trocear España, ni siquiera fiscalmente", recordando que "la soberanía reside en el pueblo español, únicamente". Por ello, matizó que el estado autonómico "no son 17 trozos", en alusión a las 17 comunidades, y se posicionó en contra de los "debates bilaterales" entre una comunidad autónoma y el Estado, como exige el nacionalismo.
El presidente Page saluda a la concurrencia que le dedicó un cálido aplauso. En primera fila, a la derecha, los expresidentes Bono y Barreda. No acudió Cospedal, aunque sí el presidente de Castilla y León, del PP. /Fotos: JCCM.
Sobre su persona, reconoció que está "curado de espanto de vanidades y coches oficiales" e hizo una observación de calado: "Estoy al servicio de esta tierra y de mi país", pero puntualizando: "Desde aquí", en referencia a Castilla-La Mancha.
El acto terminó con la interpretación del himno nacional de España, que fue seguido en pie por todos los asistentes.