El Partido Popular no ha creído ni cree en nuestra industria. Al Gobierno de Rajoy la economía real, la que crea empleo de calidad y efectivamente genera riqueza, les importa bien poco. En los planes del PP solo entra la economía de las burbujas, la economía especulativa, como bien demostró el Gobierno de Aznar con la política del ladrillo cuyas consecuencias, en términos de empleo, estamos pagando en el presente o con la concesión de las autopistas radiales a Madrid que el PP pretende ahora que paguemos todos los ciudadanos.

Por cierto, una gran parte del empleo industrial perdido en el primer tramo de la crisis fue como consecuencia del efecto arrastre que tuvo la construcción en subsectores estrechamente ligados con esta actividad: madera, material eléctrico, productos metálicos o muebles. Pero como señalan varios expertos, en este segundo tramo de la crisis, la falta de crédito y de inversión en I+D, los elevados precios de la energía y la reforma laboral son las causas del declive de nuestra industria y de la pérdida de empleo industrial.

En tan solo dos años de Gobierno del Partido Popular se han perdido 200.000 empleos industriales y en el conjunto un millón de puestos de trabajo. Desde que Gobierna Rajoy se han destruido 1.100 empleos cada día en España. Todo ello, fruto de una política que tiene como único objetivo ganar una “supuesta” competitividad a base de menos salarios y de facilitar los  despidos laborales; es decir, se ha institucionalizado el “precariado”. Como reconoce un informe de la Unión Europea, conseguir hoy un trabajo en nuestro país no es garantía de salir de la pobreza.

El resultado no está mal para un partido, el Popular, que prometió en campaña electoral crear tres millones de empleos. Sin embargo, se compare el dato que se compare, la situación es hoy mucho peor que la que se encontró Rajoy cuando llegó a La Moncloa hace algo más de dos años: hay 622.000 parados más y, en tasa de paro  también hay 4 puntos más ahora; es decir del 22,8% se ha pasado al 26,4% actual, según la última EPA, y, además, tenemos  casi un millón de ocupados menos.

Por no hablar de las personas que ya no se apuntan a las oficinas de empleo ni  de los que se marchan de nuestro país, fundamentalmente jóvenes cualificados, porque no tienen confianza en encontrar un empleo en España. Además, los pocos que se crean son empleos precarios e inseguros, son empleos sin derechos que no pueden frenar el empobrecimiento de las clases medias.

 Conviene recordar el slogan de campaña electoral del partido en el Gobierno: “Si buscas empleo. Vota PP”. También conviene recordar la foto de Rajoy, posando ante una oficina de empleo, prometiendo solemnemente “Cuando gobierne bajará el paro”. ¡Son falsedades PP! La gran verdad es que actualmente todos los ciudadanos saben que el Partido Popular es el partido de las mentiras masivas. Con la mentira salieron del Gobierno en 2004 y con la mentira llegaron al Gobierno en 2011. No solo con el empleo, como hemos visto, sino también con los impuestos, que afirmaron que bajarían y los han subido, o con la educación, la sanidad y las pensiones que prometieron no recortar y le han metido la tijera.

Como resultado de todo ello, asistimos a la destrucción de la clase media de nuestro país y a más desigualdad, más precariedad y más pobreza. Por eso el mensaje de la recuperación no cala, porque los españoles viven en la España que denuncia Cáritas y que el Gobierno niega y descalifica.

En los más de dos años de mandato del Partido Popular, la deuda pública ha pasado del 70% al 94%, el Gobierno ha incumplido su objetivo de déficit a pesar de los recortes y las subidas de impuestos, el crédito sigue en caída libre, la demanda interna sigue atenazada y el volumen de actividad económica en nuestro país es un 2% inferior al del año 2011. Lo único positivo son las exportaciones pero, aún así, crecen menos que cuando Mariano Rajoy llegó al Gobierno.

Podría afirmarse que el Gobierno del Partido Popular tiene el motor de la economía al ralentí, quizás  a la espera de algún milagro que evidentemente no llega, por mucha medalla que impongan a la Virgen de turno.  Este Ejecutivo ha perdido mucho tiempo con el proyecto de Eurovegas en Madrid, otro proyecto especulativo e insostenible de los que le gusta al PP.

El Gobierno de España no puede permanecer  “de brazos cruzados” ante el problema que más acucia a nuestro país y que debería ser su máxima  prioridad: la creación de empleo. Los ciudadanos, con razón, no entienden como se destinan planes de choque con dinero público para rescatar a los bancos o a los concesionarios de autopistas de peaje y no se promueven planes de choque para impulsar la contratación y la creación de empleo.

Ante esta situación hay dos tipos de políticas: las neoliberales, que trabajan para hacer más ricos a los ricos, como las de este Gobierno, y las progresistas, que velan para hacer menos pobres a los pobres, como decía José Luis Sampedro. Ahora bien, ya es hora que el Gobierno ponga la economía al servicio de la gente y que abandone de una vez las políticas de recortes sociales y de austeridad a ultranza, principales responsables de la destrucción de numerosos puestos de trabajo y del empobrecimiento de un sinfín de familias españolas.

Por ello, el Grupo Socialista en el Senado ha planteado la puesta en marcha de una Estrategia competitiva para crear empleo de calidad, que nos permita aumentar la productividad laboral para avanzar hacia un nuevo modelo productivo que aporte mucho más valor añadido.  Porque solo apostando por la industria, la innovación, la formación y la economía verde podremos crear empleo y devolver la dignidad a los ciudadanos que este Gobierno les arrebata un día sí y otro también.

Jesús Alique

Portavoz socialista en la

Comisión de Industria, Energía y Turismo

y senador por Guadalajara