Invitado por la Presidencia del Gobierno, como ex parlamentario de UCD , y con el orgullo de haber colaborado, dentro de mi ámbito y de mis posibilidades con Adolfo Suarez en los años difíciles de la Transición, asistí en la Catedral de la Almudena al Funeral de Estado por el Presidente.
Al llegar a la Plaza de la Armería del palacio, una hora antes del comienzo de la ceremonia, había una ingente multitud ante la escalinata de la puerta principal del templo, para acceder al mismo una vez que hubieran ocupados sus asientos los invitados.
Al entrar en la Catedral , el servicio de protocolo me colocó junto al pasillo central en un banco que compartí con otro ex diputado de UCD, Gervasio Martínez Villaseñor de Cuenca, el periodista Fernando Onega y su esposa, que me dijo procedía de Trillo y el Consejero de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, José Ignacio Echaniz con su mujer.
Antes del inicio del funeral me acerqué a dar el pésame a Adolfo Suarez Ilana , a continuación de que lo hicieran la nieta del Conde de Romanones Natalia Figueroa y su marido el cantante Raphael.
La llegada de los Reyes fue anunciada con los sones del himno nacional, entrando a continuación por el pasillo central de la Catedral, el Cardenal Arzobispo de Madrid Antonio María Rouco Varela, acompañado de varios obispos, entre los que se encontraba el de Valladolid Ricardo Blázquez, actual presidente de la Conferencia Episcopal y el Cardenal Arzobispo Emérito de Barcelona, Martínez Sistach.
La polémica surgió con la homilía del cardenal Rouco Varela, que posiblemente asustado por los ataques que últimamente se han perpetrado contra la Iglesia Católica o sus representantes, como fueron la persecución y acoso que él mismo sufrió en Madrid por parte de varias mujeres en top-less o acontecimientos como los que se han vivido en Sabadell, Reus, Palma de Mallorca, Toledo … con la interrupción de ceremonias religiosas e incluso profanaciones , añadido a las bombas colocadas en la Catedral de la Almudena y en la Basílica del Pilar de Zaragoza, unido a cuestiones tales como que la Junta de Andalucía intente arrebatar a la Iglesia Católica la Catedral Mezquita de Cordoba , dijo al hablar de la situación actual, destacando el objetivo de reconciliación de la España que lideró Adolfo Suarez, “que pretendía olvidar la guerra civil, los hechos y actitudes que la causaron y que la pueden causar”.
Estas palabras han hecho que determinados partidos políticos, como los nacionalistas por unas razones y por otras PSOE , IU y UP y D, hayan vuelto a hablar de la laicidad del estado español , pidiendo que en el futuro los Funerales de Estado que se celebren no sean religiosos, sino civiles, olvidando la mención especial que la Constitución de 1978 da a la Iglesia Católica, el que una gran parte de la población se declaren católicos y que una inmensa mayoría de los funerales en España se celebren en las Iglesias.
También para algunos y unido a lo anterior, causó polémica y así lo manifestaron, que se utilizaran en el funeral “símbolos nacionalistas”, así llamaron al himno nacional, una “Marcha de Granaderos” que fue adoptada como tal el 3 de septiembre de 1770, bajo el reinado de Carlos III .
Y por último, no gustó la presencia en el funeral del presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obian Nguema y de su esposa, causada por el protocolo que se sigue en estos casos, en el que se invita a todas las embajadas de España y cada nación determina quien las representará en el acto.
En fin, como dice el refrán “nunca llueve a gusto de todos" y lo que debía de haber sido un acto de reafirmación de la concordia nacional que Adolfo Suarez tanto predicó y propició, por los motivos reseñados se convirtió para algunos en origen de polémica y de discordia.
JOSÉ MARÍA BRIS GALLEGO
