Alberto Domínguez contesta a Jesús Ortega

 

La Diputación, siempre con el mundo rural

Sr. Ortega:

En primer lugar, quiero dejar claro que no voy a convertir esto en un partido de tenis, con lo cual es la segunda y última vez que le voy a contestar sobre este tema.

Voy a contestar a su carta, pero no solo por aclarar que no eludo hablar del apoyo al mundo rural, sino por dar más datos de los que usted da. Es verdad que en 2012 la partida presupuestaria para estas ayudas fue de 145.000 euros y que la ayuda máxima que se dio fue entonces de 1.269,33 euros, pero a usted que maneja todos los datos se le olvida decir que la ayuda mínima en ese mismo año fue de 338,49 euros, lo que daría una media de 803,91 euros; pero ese dato también sería erróneo, pues hay cantidades intermedias.

Tampoco dice que ese año la cantidad de comercios subvencionados fue de 171, pero además hay un dato muy importante que a usted también se le olvida, y es que la Diputación cerró el año 2011 con una deuda del 166,4% y cerca de 70 millones de euros, inadmisible y muy por encima de lo permitido por la ley y, por ello, cuando pasamos a gobernar esta Diputación, tuvimos que tomar medidas para volver a la normalidad presupuestaria y a unos niveles de endeudamiento admisibles. Y sí, fui yo uno de los diputados que también tuvo que adaptarse a la nueva realidad y apretarse el cinturón y, concretamente, la partida a la que usted se refiere, se ajustó a 100.000 euros en 2013, pero según fuimos mejorando la economía de esta casa, la hemos ido incrementando año tras año, hasta llegar este año 2017 a los 135.000 euros, habiendo repartido unas ayudas como usted comenta de 546,56 euros, llegando a 252 comercios rurales (más de a los que se llegaba antes) y por supuesto que seguiremos aumentando la cantidad presupuestaria según nos permita la economía.


Para el próximo año ya hemos presupuestado más cantidad, al igual que hemos añadido otros cinco epígrafes comerciales para que puedan acogerse más necesidades básicas, no solo botellines. En fin, como ve, no hemos dejado de ir aumentando las ayudas al medio rural a medida que hemos saneado una Diputación que un gobierno del Partido Popular heredamos endeudada hasta las cejas.

Por cierto, admitir la subida de población hasta los 500 habitantes, supuso un crecimiento de seis poblaciones más.

Referente a los Grupos de Desarrollo, claro que pertenezco a uno de ellos, por cierto uno de los que no han tenido problemas a la hora de justificar los gastos (le recuerdo que el suyo sí, el que más problemas ha tenido), uno de los que no ha tenido problemas en admitir a un presidente, que de común acuerdo de todos los miembros, es el Alcalde de Sigüenza, sin tener en cuenta a qué partido pertenece (otros lo han ido seleccionando hasta dar con el del partido que les interesaba); un grupo que no hace obras millonarias en municipios grandes (otros sí), pero que no discrimina y da cabida a muchos pequeños proyectos, un grupo que no ha tenido que cambiar ni a gerente ni administrativos a capricho de nadie, ni ha colocado a familiares dentro del grupo, y que han cumplido con su trabajo a la perfección, y eso con una gerente y dos administrativos para dar cobertura a 85 poblaciones. Creo que con esto respondo y no eludo eso del control político a los grupos de desarrollo, al grupo de desarrollo al que yo pertenezco no, ni control político, ni de gerente, ni de presidente, todo pasa por junta directiva y votación, por cierto con representante de la Diputación convocado y admitido siempre.

En cuanto a la ayuda al patrimonio que usted menciona, como en casi todo, usted solo nombra en este caso al Obispado, con sus 100.000 euros de ayuda, pero no dice nada de otras ayudas que también son patrimonio, como Recópolis, la recuperación de las Salinas de Saelices, las ayudas a multitud de fiestas de interés, muchas de ellas de interés turístico, tanto provinciales, regionales o nacionales, que también son patrimonio cultural. O el apoyo al Geoparque para su desarrollo y promoción, entre otros proyectos importantes como la implantación de la administración electrónica, por citar solo algunos ejemplos de los muchos que están en marcha.

Lo que sí comparto con usted es que D. Francisco Tomey, si no fue el mejor presidente de la Diputación, si fue de los mejores y dejó huella en esta casa, pero le digo que esos a los que usted apoya ahora, no comparten su criterio y estarán asombrados de lo que dice usted.

Mire, intenta usted darme clases de cómo debería funcionar la Diputación, pues bien usted sabe cómo funciona esto, se presenta usted en su Ayuntamiento, después recoge los avales y cuando sea diputado cambia lo que usted crea que no funciona; como bien dice, cada uno piensa de una manera y cada uno gobierna cómo cree que es mejor, así que no diga lo que yo tengo que hacer y mucho menos en áreas que no son de mi competencia.

Y ahora vamos a los famosos botellines. Tampoco me debe dar clases sobre ello, toda mi vida he vivido en el pueblo, antes de ser Alcalde he recorrido toda la provincia dando servicio a los vecinos de los pueblos por mi trabajo y para más Inri he tenido un pub durante 25 años y no voy a decirle la cantidad de botellines que he vendido, pero se lo cuento para que vea que no me conoce usted mucho, ni siquiera lo suficiente.

Finalizo, hay muchas personas y pueblos que sobreviven gracias a su gente y al desarrollo rural; hay otras que han vivido y siguen intentando vivir del desarrollo rural, que no es lo mismo.

Alberto Domínguez
Diputado delegado de Promoción Económica

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