Cataluña: etapas y única solución

 
   
Vinieron primero por los del PP, pero yo no era del PP, así que no me preocupé.
 
Vinieron luego por los de Ciudadanos –pintaban en sus casas “Ciudadanos, esta no es vuestra tierra ni vuestro país”-, pero yo no era de Ciudadanos, así que no me preocupé.
 
Vinieron después a las sedes de los socialistas –que a veces, dejaban de lado sus estrategias electorales y comprendían cuáles eran sus verdaderas bases electorales, más que nada: emigrantes- y les rompían los cristales y las puertas y pintaban en sus sedes consignas contra ellos, pero yo no era socialista, así que no me preocupé.
Vendrán más tarde a las sedes de todos los que se opongan a su uniformidad impuesta, y harán lo que les apetezca porque las hordas fanatizadas no razonan, actúan contra todo lo consideren enemigos, pero yo no soy de ningún grupo, así que no me preocuparé.
 
Después quise hablar en una de las dos lenguas de Cataluña, que están en Cataluña desde la Edad Media, y desde luego más aún están desde que en el XIX comenzaron a llegar millones de castellanoparlantes a enriquecer a la plural Cataluña.
 
Pero las leyes de Cataluña niegan lo evidente: que Cataluña es plural, así que me miraron mal por usar una de las dos lenguas de los catalanes: la mía propia vernácula y que lleva aquí desde siempre.
 
Entonces, vinieron a por mí; pero ya no había nadie que pudiera defenderme.
 
Estrambote de esta Historia:
1/ En Cataluña sólo se conseguirá la paz interna entre sus dos comunidades (ya sea dentro de España, ya en una hipotética Cataluña independiente), si alguien pronuncia estas bellas palabras:
“Catalunya, ama y respeta a Cataluña”, porque las dos comunidades lingüísticas sois propias, reales y enriquecedores de esta tierra.
2/ Y sí además esta verdad de hecho se recoge en la Constitución (cuando se reforme) y en el Estatuto de Cataluña (cuando quiera asumirse esta realidad, y se legalice oficialmente): “Las lenguas propias de Cataluña son dos: porque Cataluña es, en su interior, una realidad plurinacional o, por lo menos, plurilingüística”
 
Juan Pablo Mañueco (2017)

Este sitio web usa Cookies para mejorar y optimizar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies. Ver política