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Nadal-Guardiola, caras diferentes de una misma moneda, España

 

  Hace unas semanas hemos podido comprobar  la cara y la cruz de una misma moneda, España, en el distinto comportamiento de dos deportistas españoles, Rafael Nadal y Pep Guardiola , al que según su padre en su casa de Santpedor (Barcelona) le llaman José.

 Ambos han sido y son personajes de elite del deporte español. Nadal, el mejor tenista que ha dado nuestro país y posiblemente el mejor deportista español de todos los tiempos, con un palmarés difícil de igualar, con 73 triunfos en torneos de la Asociación de Tenis Profesional (ATP), de ellos 15 torneos de grand slam , formado por los cuatro torneos mayores del circuito internacional (abierto de Australia , Roland Garros , Wimbledon y abierto de Estados Unidos), dos medallas de oro olímpico , una en individuales en Pekín y otra en dobles en Rio de Janeiro , vencedor con el equipo español de cuatro Copas Davis, y 30 títulos de Master 1000, que son una serie de nueve torneos de  tenis que se celebran anualmente, entre ellos el de Madrid; ha sido número 1 del tenis durante 141 semanas y tiene otros muy importantes premios como el Principe de Asturias del Deporte, la Medalla de Oro de la Real Orden del Merito Deportivo, el prestigioso Laureus Word Sports  como mejor deportista internacional del año y la Medalla de Oro de Mérito en el Trabajo.

 Pep Guardiola jugó en el Barcelona C.F. once temporadas de 1990 a 2001, después recayó en el futbol italiano dos años en el Brescia y en la Roma, época en la que fue acusado de doparse con Nandrolona, siendo absuelto más tarde por defectos en la toma de muestras. Jugó en Qatar y terminó en el año 2006  en el Dorados de Sinaloa de Méjico. Como entrenador,  ha ejercido en el Barcelona C.F. (2008-2012) , en el Bayern de Munich (2013-2016) y actualmente ejerce sus funciones en el Manchester City. Ha sido internacional con España en 47 ocasiones, ganando el oro olímpico en 1992 ; con el equipo azulgrana ha conseguido 6 ligas , 2 copas del rey , 4 Supercopas de España, 1 Champions Ligue, 1 Recopa de Europa y 2 supercopas de la UEFA , ganando numerosos títulos como entrenador del equipo catalán lo que supuso que en el año 2010 fuera galardonado con la Medalla de Oro de la Real Orden del Merito Deportivo.

 Pues bien,  estos dos personajes de elite del deporte español, han mostrado en los últimos tiempos un comportamiento muy distinto, puesto de manifiesto en acontecimientos acaecidos en estas fechas: las dos caras de la moneda de la que hablo. La primera, la buena, la positiva, la que representa Rafael Nadal , un deportista admirado , noble y ejemplar , que ganaba por décima vez el Roland Garros y se emocionaba al escuchar desde el podio el himno de España y el izado de la bandera rojigualda , un español de verdad, que hay que recordar que en la olimpiada de Pekín , exigió se retirase una bandera independentista catalana que  habían colocado detrás de él para así salir en la fotografía que se les estaba haciendo nada más ganar la medalla. Nadal muestra ese amor a España y a sus símbolos día a día , luciendo muchas veces una muñequera con los colores de nuestra bandera, convirtiéndose en un deportista al que se admira en todos los lugares de España .

 Pep Guardiola , José para la familia , es el caso contrario, la otra cara de la moneda, la mala , la falsa. Ha representado a España en numerosas ocasiones , ha celebrado sus triunfos, ha recibido los principales galardones del deporte español e inexplicablemente en un cambio radical se ha convertido al independentismo más extremist , ha abjurado de la nacionalidad española y se ha convertido en un líder del soberanismo más rancio. Fue en la listas electorales de la coalición Junts per el Sí, y aprovechando el prestigio alcanzado gracias a España y a sus competiciones, insulta a los españoles y a los catalanes que no son soberanistas. Falso y demagogo como nadie, mentiroso, tilda al estado español de ser una dictadura que oprime a los catalanes y no les permite saltarse la ley a la torera. Una España en la que según él no hay libertad, pero que se desdice con su propio discurso lleno de mentiras y necedades, pidiendo ayuda a los países del mundo para que con un voto que como mucho representaría el 8% del total de la población española, poder  romper la unidad de la nación más antigua de Europa , unidad que consagra la Constitución Española que en 1978 votaron afirmativamente el 90% de los catalanes que se acercaron a las urnas. Sin poder olvidar en esta transformación, la importancia que pudo tener el que su hermana sea “embajadora” de Cataluña en Suecia y cobre unos buenos emolumentos por ejercer tal cargo.

José Maria Bris Gallego

7 de julio de 2017.

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