El himno y bandera no son símbolos de la dictadura sino de nuestra historia

 Desde las olimpiadas de Méjico de octubre de 1968 , años en los que había nacido en Estados Unidos el “Black power” , traducido como “poder negro”, en la que una gran parte de la sociedad norteamericana , liderada por Martin Luther King que había sido asesinado en abril de ese año en la ciudad de Memphis, luchaba por la igualdad de los ciudadanos de color, asegurar su autonomía y lograr y potenciar sus derechos ciudadanos  fueron aquellos años difíciles para muchos hombres y mujeres  en una nación como la estadounidense paradigma para muchos de los principios de libertad y de igualdad.

  En la mencionada olimpiada, los atletas negros lograron gandes éxitos y dos de ellos, los velocistas Tommie Smith y John Carlos, protagonizaron un momento histórico, cuando desde el podio -- habían alcanzado el primer y tercer puesto--, hicieron el saludo del “poder negro”, levantando el brazo hacia el cielo con el puño cerrado dentro de un guante de ese mismo color,  con el máximo respeto a su bandera y a su himno , que los norteamericanos cualquiera que sea su raza, sexo o religión, suelen escuchar con deferencia y consideración; himno y bandera que no faltan en ningun evento de categoría como puede ser la final del campeonato de fútbol americano, los play off de baloncesto, los óscar cinematograficos...

 He puesto este ejemplo en un país de estructura federal con 50 estados que gozan de una determinada autonomía, aunque el respeto a estos símbolos están implícitos en la sociedad de la mayoría de los paises democráticos  y en el caso de que alguien los vulnere estos países se han provisto de los mecanismo legales necesarios para poder sancionarlos.

 En naciones como Francia, Alemania e Italia existen leyes para castigar los ataques a estos símbolos nacionales, que pueden ser penados, incluso con prisión, según el grado que los jueces consideren y cuales han sido los resultados de esa agresión. En Francia, hace unos años , en un evento deportivo la marsellesa fue abucheada y las autoridades decidieron suspender el acto.

 Todo esto tiene actualidad en España, donde hace unos días en el encuentro final de baloncesto entre el Real Madrid y el Barcelona, parte de los aficionados de este equipo, como suele ser habitual los que dicen considerarse “més que un club”, silbaron el himno español mientras el resto del publico lo aplaudía silenciando a los radicales de costumbre.

 También los españoles tenemos una legislación dentro del sistema democratico, para que las leyes condenen los ultrajes contra los símbolos nacionales. Nos referimos de manera especial al himno y a la bandera , protegidos de los ataques  por la ley 39/1981 de 28 de octubre , que remite al articulo 543 del Codigo Penal, en el que se contempla por estos hechos una privación de libertad de 7 a 12 meses, pero no dice nada cuando es una masa quien los profiere. Posiblemente a partir de ahora, desde que acaeció la muerte del “hincha” del Deportivo de la Coruña al ser arrojado por algún miembro del Frente Atletico al río Manzanares y la condena a graves insultos provenientes de la grada, se sancionen actitudes y con dureza a los clubs de los que se demuestre provienen, en estos casos los ultrajes a nuestra bandera y a nuestro himno,

 Muchos españoles están y estamos  cansados de ver estos ataques hacia dos símbolos que pertenecen al acervo historico de España, ya que estamos hablando de una bandera que data de los tiempos de Carlos III , en 1785 y de un himno procedente de una marcha granadera compuesta por Manuel Espinosa de los Monteros, tambien de la epoca de este rey  y oficializada por Isabel II durante su reinado (1843-1868), armonizada posteriormente por Bartolomé Pérez Casas en 1908 y cuyos herederos vinieron cobrando derechos de autor hasta que el gobierno los adquirio en el año 1997.

 Ultrajes, insultos y tropelías que llevan a cabo preferentemente los nacionalistas, en una de sus muchas contradicciones , ya que silban o denigran lo que representa a España y por otra parte no quieren dejar de participar en las competiciones deportivas españolas enorgulleciendose de ganar los correspondientes trofeos, eso sí , reivindicando la existencia de sus propias selecciones, como siempre con el egoismo que les caracteriza, que forma parte  de su idosincrasia y que ni acabamos de comprender, ni de entender , ni de admitir y que en todo caso deben ser sancionados con el rigor que se merecen.

 En fin, lo de siempre, aprovecharse de España para lo que les interesa y mostrar el rechazo mas profundo a todo aquello que nos representa. ¿Hasta cuando vamos a permitir que esto siga sucediendo ?. Esa es la pregunta que nos debemos hacer.

José Maria Bris Gallego.

3 de marzo de 2015.

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José María Bris fue alcalde de Guadalajara

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