¡Ah, pícaro irresistible en tu bondad! ¿Quién podrá despreciarte? Borracho de Guadalajara, miel de mieles que sudan en el alma del cándido bizcocho… Por tu culpa, vía crucis de ayuno nos aguarda”. El escritor guadalajareño Alfredo Villaverde le dedica estas palabras al manjar más conocido de la provincia, a nuestro bocado más universal, que dirían los cocineros televisivos. Por Pedro Aguilar Serrano