Si hay algo que sorprende a quienes se acercan a Guadalajara por primera vez, a quienes se salen de las rutas establecidas y buscan rincones diferentes, es la autenticidad del paisaje. En nuestra provincia hay rincones, pueblos y parajes que conservan todavía la virginidad de tiempos remotos. El progreso, con sus cosas buenas y malas, más buenas que malas, ha llegado, por supuesto, pero no ha sido muy agresivo. Hoy os invito a La Huerce. Por PEDRO AGUILAR SERRANO.