El valle del Badiel es uno de los rincones más silenciosos de la provincia, y como no podía ser de otra manera, allí se instaló un monasterio. Hacia él encaminamos hoy nuestra ruta. Partiremos del pueblo de Ledanca, al que se llega tras coger un desvío en el kilómetro 95 de la A2. El valle del Badiel es una de esas sorpresas que se pierden los usuarios de la autovía que no optan por desviarse un par de kilómetros de la carretera. Por PEDRO AGUILAR SERRANO.
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