Bellido ve el final del trasvase y Guarinos pide un acuerdo sobre el agua y hablar menos.
Los máximos dirigentes del PP y PSOE de Guadalajara han hecho hoy sus valoraciones sobre la sentencia del Supremo que anula parcialmente el Plan Hidrológico del Tajo al no establecer unos caudales mínimos.
El secretario provincial del PSOE de Guadalajara, Pablo Bellido, ha calificado de “histórica” la sentencia del Tribunal Supremo que establece que el Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo debe ser modificado, porque “en definitiva establece que el trasvase está cada día más cerca de acabar”. A juicio de Bellido, esta sentencia significa que “los que defendemos el Tajo teníamos la razón ecológica, la razón económica y la razón política, nos faltaba la razón judicial y ahora ya la tenemos también”.
Las consecuencias más importantes que, según el secretario provincial del PSOE, derivan de la sentencia del Tribunal Supremo son que “establece la prioridad de la cuenca cedente, es decir, del Tajo, que se deben establecer caudales ecológicos que sean científicos y no políticos, es decir, que de verdad sean los caudales ecológicos que necesita el río” y que, “por tanto, debe aumentar la lámina de agua embalsada en los pantanos de Entrepeñas y Buendía”.
Pablo Bellido ha señalado afirmando que “estamos acabando con el colonialismo trasvasista, explotador y saqueador de Guadalajara y de Castilla-La Mancha” y “esto es un triunfo de la sociedad de esta región y, por supuesto, del Gobierno de Emiliano García-Page y de quienes lo están apoyando”. En este sentido, ha subrayado que “políticamente, solo el PSOE lleva dando la talla durante años, incluso cuando ha sido necesario enfrentándonos a gobiernos de nuestro propio signo político".
Bellido y Guarinos discrepan radicalmente sobre los mínimos trasvasables que se establecen en el actual Memorandum.
Para Bellido “la sentencia es una derrota del PP, de Cospedal, que entonces era ministra, del heredero de Cospedal y de todos los que han querido practicar colonialismo con Guadalajara y con Castilla-La Mancha”. El líder socialista se ha referido al viaje del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y del presidente de los municipios ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, a Bruselas para decir que “necesitamos que haya más agua embalsada en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, que no se pueda trasvasar de manera automática a partir de 400 Hm3 como establece el Memorándum” que se aprobó en la etapa de Cospedal en el año 2014. “La petición que se va a hacer es duplicar la reserva estratégica de los pantanos de cabecera, para elevarla a 800 Hm3”, ha precisado, lo que implicaría, por ejemplo, que “hoy no podría haber un trasvase, porque las reservas de los pantanos están en 620 Hm3”.
Por su parte, la presidenta provincial del PP, Ana Guarinos, sostiene que “cuanto más caudal en el río y en la cabecera del Tajo, mejor para la provincia de Guadalajara y para Castilla-La Mancha”, aunque ha recordado que si hoy hay caudales ecológicos mínimos o caudales circulantes, “es porque los fijó un gobierno del Partido Popular, lo mismo que ocurre con la reserva estratégica en Entrepeñas y Buendía, que fue un gobierno del PP el que fijó unos mínimos -primero 240 y después 400 hectómetros cúbicos- por debajo de los cuales hoy no se puede autorizar ningún trasvase. Somos el único partido que ha trabajado y ha obtenido resultados en defensa del Tajo y de los municipios ribereños”, mientras que el PSOE ha empleado su ‘esfuerzo’ en “recursos inútiles” que no han conseguido frenar los trasvases; “más bien al contrario, lo que han conseguido es un trasvase cada mes, de manera que Sánchez y Page se han convertido en los presidentes más trasvasistas de la historia”.
En otro orden de cosas, y teniendo en cuenta la situación que plantea la sentencia del Tribunal Supremo sobre los caudales del Plan Hidrológico del Tajo, la presidenta del PP ha insistido en los principios que siempre ha defendido el partido en relación al tema del agua: la prioridad de la cuenca cedente (la del Tajo), la garantía de las necesidades presentes y futuras de la propia cuenca natural, la sostenibilidad medioambiental y la solidaridad territorial.
Guarinos ha pedido al resto de formaciones políticas que se pongan a trabajar para afrontar un Plan Hidrológico Nacional y evitar la “inútil guerra del agua”.
Finalmente ha señalado que es ahora al gobierno de España, del PSOE, el mismo que el de nuestra región, al que le toca introducir las modificaciones oportunas en el Plan Hidrológico de Cuenca del Tajo, modificaciones que, a raíz de la Sentencia del Tribunal Supremo, deben beneficiar a la provincia de Guadalajara. Y espera que los socialistas hablen menos y se pongan a trabajar más en el tema del agua, "algo que hasta ahora no han hecho".