Por la eliminación progresiva de la prima de producción en salarios mileuristas. Cuenta con 210 trabajadores.

Concentración esta mañana en la puerta de la fábrica./CC.OO

 La plantilla de la fábrica de Schrèder-Socelec de Marchamalo está secundando de forma prácticamente unánimemente la huelga convocada por el comité de empresa tras la decisión de la empresa de suprimir progresivamente de la nómina de sus trabajadores la prima de producción, unos 100/150 euros en salarios mensuales de 1.050 euros.

Según informa CC.OO, la dirección de la planta ha ido rebajando la prima de producción durante los últimos meses, de forma que trabajadores que antes cobraban por este concepto 100 euros o más, lo han visto reducido en su última nómina a uno o dos euros y unos pocos céntimos. "Esto supone un recorte salarial de hasta el 10% para gran parte de la plantilla", se quejan desde el sindicarto. En el mejor de los casos, trabajadores de líneas de montaje han cobrado el último mes 60 euros en vez de 180.

Incidencias de producción

“La empresa nos está imputando a los trabajadores incidencias de producción que son responsabilidad de la dirección, por mala organización de los procesos, falta de materiales, fallos de ingeniería… La dirección dice que las incidencias las tenemos que asumir también los trabajadores, pero son problemas exclusivamente suyos”, explica Juan Martín, secretario del comité de empresa.

“Venimos advirtiendo a la empresa de que esto no podía ser, pero en vez de rectificar han seguido recortando más y más las nóminas, y la plantilla ha terminado por hartarse.La huelga en el primer turno -entran a las siete de la mañana- ha sido un éxito total, y lo volverá a ser en el turno de tarde”.

Los paros volverán a repetirse pasado mañana, jueves, “y en enero iremos a más si esto no se arregla. Nosotros estamos abiertos a la negociación, llevamos varias semanas tratando de negociar, pero hasta ahora la empresa se ha negado a rectificar".

La multinacional belga Schrèder, dedicada a la fabricación de elementos para el alumbrado público, urbano, deportivo, arquitectural, industrial y de túneles, cuenta en su planta de Marchamalo con 210 trabajadores directos y otros tantos de ETT.

Los sindcatos se quejan de que el abuso de la contratación precaria vía ETT lleva mucho tiempo provocando tensiones laborales; entre otras cosas porque los trabajadores de la empresa se tienen que ocupar de enseñar y formar a los eventuales de ETT. “Esto lleva un tiempo que no te lo da la empresa, ni te lo reconoce ni te lo paga”.

Otro conflicto que enfrenta desde hace dos años a la dirección de la fábrica y a la plantilla es el calendario laboral, que la empresa impone a los trabajadores pese a que el convenio de aplicación -el convenio colectivo de Industrias Siderometalúrgicas de la provincia de Guadalajara- obliga a someterlo a negociación. De hecho, el comité ya ha ganado dos sentencias judiciales, en primer y segunda instancia, que han forzado a la empresa a negociar el calendario del año próximo.

Hasta ahora, la empresa permite a los trabajadores elegir dos de los 22 días de vacaciones anuales, el resto los marca la dirección. “Ahora estamos pidiendo que al menos nos dejen elegir cinco, para poder al menos coincidir una semana de vacaciones con la pareja o la familia; pero siguen ofreciendo como mucho tres”, señala Martín.