Un corredor en un apurado lance en el encierro de Brihuega/ Fotos: Guadalajara Diario.El tradicional encierro de Brihuega no registró ningún herido, a pesar de que fueron varios miles las personas que siguieron a los astados por el campo. En un año en que se rindió homenaje al popular Parapachumba, una nieta de su creador Pío Díaz Olarte asistió emocionada al despeje del recorrido del encierro que todos los años realiza la Banda de Música de Brihuega. VIDEOS Y GALERÍA DE FOTOS EN EL INTERIOR.
En un encierro como el de Brihuega, en el que varios miles de personas siguen a los toros por caminos, trochas y laderas repletas de cardos y piedras, es raro que no haya algún herido por asta de toro (años los ha habido con heridas mortales), o por lo menos afectados con torceduras y contusiones. En el de este año cuando escribíamos esta crónica, cerca de las once de la noche, no teníamos noticia de ningún percance.
El encierro de este año ha vivido un momento emotivo muy especial. Por la mañana, la Banda de Música de Brihuega -que este año celebra con numerosos actos su 150 aniversario-, realizó un concierto extraordinario en homenaje a Pío Díaz Olarte, el compositor del popular pasodoble Parapachumba, que en realidad es una versión del pasodoble "Sangre torera", y que un director de la Banda de Música de Brihuega, Jesús Cabezudo, adaptó para ser tocada por esta banda.
Un toro bebió mucha agua en la Fuente del Centenario, se congestionó y fue sacrificado./ Fotos: Guadalajara Diario.
Familiares de los maestros Díaz Olarte y Cabezudo recibieron el homenaje de la banda briocense y luego se encontraron, emocionados, en el comienzo del "despeje", con el primer Parapachumba que toca la banda, al que le siguen los que sea menester hasta que se llega al Coso taurino, seguidos por centenares de personas, ataviados con traje blanco, fajín y pañuelo rojo, y la inevitable vara para correr el encierro. Este Parapachumba se ha convertido en el gran himno festivo de Brihuega, como pudo constatar, emocionada, la nieta de Pío Díaz Olarte, llegada desde La Rioja.
Y despejadas las calles, lo que toca es abrir las puertas del Coso, y cuatro toros de cuatro años de la ganadería de Adelaida Rodríguez, pastoreados para el encierro por Campo Bravo Alcarreño, salieron a las calles de Brihuega. Cruzaron la plaza como una exhalación, enfilaron la típica calle de las Armas donde les esperaban los primeros corredores y siguieron hasta terminar en la actual avenida de la Constitución, la calle principal de Brihuega, y en la que se viven siempre carreras emocionantes, aunque al ser en cuesta es territorio del toro. Allí acaba el encierro tal y como lo entendemos, y comienza el "desencierro", que sigue por el camino de Villaviciosa y en donde una gran masa de corredores y unos treinta caballistas esperan a los astados a los que
acompañan en dirección a Valdeatienza y si se tercia hasta el monte.
Toros y corredores enfilan el camino de Villaviciosa, no sin algún susto./ Guadalajara Diario
Es en este recorrido cuando en el encierro de Brihuega puede ocurrir de todo. Que los cuatro toros lleguen pronto al monte y se estropee la fiesta para las miles de personas que lo siguen desde los cerros. Pero lo habitual es que alguno se quede por el camino en la zona de las naves y los chalés, en donde cualquier sitio sirve para buscarse un lugar a salvo para seguir su recorrido.
Esta vez se quedaron dos toros cerca der la fuente del Centenario, en el paraje de Valdeatienza, pero uno de ellos bebió mucha agua, se congestionó y la organización decidió sacrificarlo. El otro toro siguió camino del monte Alcarria y estaba localizado entre Villaviciosa y Brihuega, por lo que era "muy difícil" llevarlo hasta la Boca. Y solo uno de los cuatro toros acabó llegando hasta la Boca antes de anochecer.
Uno de los toros en Valdeatienza, seguido por una multitud./ GD.¿Qué paso al final? Que el toro que estaba por el llano del monte Alcarria bajó por el recorrido del encierro sobre las 3,30 horas y acabó siendo encerrado en los corrales de San Felipe. Y que el toro que estaba en la Boca, a las 3,40 entró en Brihuega desde la Vega, y fue el único que protagonizó la tradicional Subida hasta los corrales de San Felipe. Se puede decir por tanto, que en la madrugada hubo una "Bajada" y una "Subida", aunque los dos podrán participar en la Bajada que al mediodía de hoy se hace, como cada 17 de agosto, desde los corrales de San Felipe hasta el Coso. El tercer toro que estaba en el campo en la zona baja de Villaviciosa, lo normal es que sea sacrificado cuando lo decida el Ayunamiento.
A los aficionados les gustó en líneas generales el trapío y la cara de los toros de Adelina Rodríguez, que tuvieron una buena presencia y dieron buen juego en este tradicional encierro, uno de los más antiguos de España, ya que se viene celebrando desde 1584, y es uno de los más fieles en mantener los orígenes de la fiesta y en evitar los abusos.
El alcalde de Brihuega Luis Viejo, que seguía el encierro desde un coche de la organización sufrió una indisposición por la tensión del día.
