Piden 16 y 13 años de cárcel para un Guardia Civil acusado de matar a un atracador

El acusado asegura que disparó porque su vida corría serio peligro

juicio guardia civilimagen del juicio que se está celebrando desde esta mañana/ Gu Diario

Las dos acusaciones particulares personadas en el juicio contra el guardia civil, destinado en el puesto de Yunquera de Henares, que mató de un disparo a un atracador en el polígono de Cabanillas del Campo (Guadalajara) en octubre de 2013, han solicitado para el acusado 13 y 16 años respectivamente por homicidio doloso y asesinato.

La acusación particular que representa al hijo menor del supuesto atracador que perdió la vida al recibir el disparo de un agente de la Guardia Civil avisado para intervenir en Cabanillas del Campo en el año 2013, ha pedido 16 años por asesinato y 400.000 euros de indemnización para el niño, mientras que la que representa a los padres y hermana ha pedido 13 años de cárcel por homicidio doloso.

Por su parte, la Defensa del agente ha solicitado la libre absolución entendiendo que el agente estaba cumpliendo con su deber y ha calificado de “barbaridad” la pena de al menos una de las acusaciones particulares porque “lo que hizo es cumplir con su obligación”, asegurando que el disparo del proyectil no iba hacia la víctima sino que fue como consecuencia de varios impactos previos aunque éste le llegara a causar la muerte.

Por su parte la fiscalía pide dos años de prisión por homicidio imprudente y cuatro años y seis meses de prohibición de tenencia de armas, así como inhabilitación especial para el ejercicio de su profesión durante cuatro años y seis meses. Además, pide una indemnización de 195.000 euros para el hijo menor del fallecido y 15.000 euros para cada uno de sus progenitores.

Declaración del acusado

Durante la sesión de tarde del juicio el guardia civil acusado ha dicho que nunca tuvo intención de matar a esa persona pero que disparó porque pensó que “corría serio peligro mi vida”.

J.L.F.G., al que se juzga en la Audiencia Provincial de Guadalajara se dirigía con su compañero al polígono de Cabanillas tras recibir un aviso de que se acaba de cometer un robo con violencia e intimidación y que los presuntos atracadores iban armados, al parecer tres, y habían efectuado un disparo en la nave reseñada.

El acusado, que se ha negado a responder a las preguntas de las acusaciones particulares, ha reconocido a las planteadas por la Fiscalía que disparó, pero “un único disparo”, ha dicho, tras incidir en que “jamás tuve la intención de alcanzarlo”, así como que cuando lo hizo no había nadie delante de él, en su punto de mira, pero que, además, estaba convencido de que podía llevar un arma.

En este sentido, ha precisado que al llegar al lugar tras recibir el aviso, dijo a las tres personas que vio por allí, ‘alto a la Guardia Civil’, llegó a apuntar con el arma pero para que colaboraran y que cesaran en su actitud de no hacer caso.

“No colaboraron absolutamente en nada ni se identificaron, ni obedecían a las órdenes” y por ello, tras escuchar una voz que dijo ‘ya verás tú, que entiendo que me quería encarar, porque yo no veía sus brazos, esa voz para mí fue una amenaza directa hacia mi integridad física”, ha apostillado en la sala, ante el jurado popular que le juzga estos días.

“Yo sabía en ese momento que estábamos hablando de una escopeta”, ha añadido el agente, convencido de que el presunto delincuente llevaba este arma y por la distancia a la que estaba, el proyectil le iba a dar y “estaría totalmente desprotegido”.

“Veo en serio peligro mi vida y muevo el brazo pero jamás en la vida pensé que pudiera alcanzarle, nunca”, ha añadido tras incidir en que cuando tuvo la noticia de lo que había pasado “me vine abajo” porque pensó “con absoluta certeza” de que la víctima, de 25 años, había huido y saltado por el barranco.

Aunque de las tres personas que ese día fueron identificadas en este polígono no hay ninguna en este momento detenida, ya que la única que había fue puesta en libertad, el agente se ha mostrado convencido hoy de que eran ellos las personas sobre las que habían recibido un aviso por un supuesto robo en el polígono.

Declaración de familiares

Por lo que respecta a los testigos que han declarado tras el acusado, tanto la madre del fallecido como la hermana, han cuestionado la forma de actuar ese día por parte de la Guardia Civil.

Dolores, la madre, no ha negado que no podía decir que hacia su hijo ese día en el polígono porque no sabía donde estaba pero si ha dicho que era “bueno” y “fácil de llevar por cualquier camino poco adecuado”.

Una declaración con la que ha querido hacer llegar al jurado que cualquier actuación de su hijo pudo haber sido porque le influyeran porque “era una personal sin personalidad”, incidiendo en que su hijo no hubiera ido solo al polígono de Cabanillas, donde supuestamente habían acudido para robar.

Otro de los testigos ha sido Juan Francisco C.H. trabajador de una empresa cercana, quien en su declaración, aunque no ha quedado constatado, sí ha dicho que uno de los supuestos delincuentes portaba un arma larga, una escopeta al parecer de un solo cañón, ha precisado.

La vista proseguirá mañana con nuevas pruebas testificales y declaraciones.

 

 

Este sitio web usa Cookies para mejorar y optimizar la experiencia del usuario. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies. Ver política