Los bomberos tuvieron que fabricar un arnés para izarla.
La perra se llama Nala y se había precipitado en una hendidura con la única escapatoria hacia el precipicio en la sierra norte de Guadalajara. Su dueña, Katia, llamó a los bomberos del Consorcio Provincial y estos acudieron al lugar en donde montaron una instalación para poder acceder a ella y luego izarla mediante un arnés que también fabricaron.
A las 15,30 de hoy culminó con éxito todo el operativo y la perra podrá dormir con su dueña, que la recibió alborozada después del susto que se llevó.