El ex alcalde de Chiloleches (en primer plano), durante el juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial./ Guadalajara Diario. César Urrea asegura que no necesitaba los votos de nadie porque las cosas importantes del pueblo siempre se aprobaban por mayoría.La fiscalía le imputa dos delitos de cohecho.
El ex alcalde de Chiloeches, César Urrea, se ha sentado hoy en banquillo de la Audiencia Provincial acusado de dos delitos de cohecho pero en todo momento ha negado, tal y como asegura el Ministerio fiscal, que intentara comprar la voluntad de otros concejales, dos del PP y uno del PSOE, ofreciéndoles dinero.
Durante su declaración, que ha durado algo más de una hora, César Urrea, ha confirmado que empezó a gobernar en mayoría ya que su partido, el PP, sacó más concejales que la oposición, pero que algunos de esos concejales dejaron de trabajar de forma deliberada dedicándose a "no hacer nadar" y "estar en el bar". Una situación que se mantuvo hasta enero de 2013.
Urrea ha relatado cómo el segundo día de formarse la corporación municipal, en 2011, Santiago G. presentó la renuncia a su acta de concejal, molesto- según el propio Urrea- "porque el PP provincial no le había dejado ser el número uno en la lista y no iba a ser alcalde".
Una vista de la sala de la Audiencia./ Guadalajara Diario.La situación, según la declaración de Urrea, se fue enrareciendo con el tiempo hasta que Santiago se reunió con Urrea y le ofreció dejar de ser concejal a cambio de que sus competencias pasasen a otra concejala, Isabel F., inmersa en un proceso de divorcio. De esta manera según explicó Santiago a Urrea, la concejala podría disponer de un sueldo a jornada completa y no a media jornada como tenía en ese momento. Según la versión de Urrea, Santiago le ofreció que si apoyaba esa propuesta votaría también a favor de una subida de sueldo del alcalde y de otro concejal. (ya que sus sueldos habían sido recortados meses antes). Preguntado sobre por qué Santiago quería beneficiar a Isabel con ese sueldo, el ex alcalde ha señalado que todo el mundo sabía en el pueblo que mantenían una relación sentimental.
Urrea no necesitaba mayorías
Una versión que no coincide con lo presentado por el Ministerio Fiscal que asegura que César Urrea, que no tenía el apoyo de sus propios compañeros, pidió a dos concejales del PP que dimitiesen para colocar a otros, también del PP, que sí le apoyarían en los temas que llevase al pleno.
Urrea lo ha negado y ha señalado que no le hacía falta eso, porque las cosas importantes que se presentan en un pueblo como Chiloeches eran aprobadas por la mayoría de los concejales, incluídos los de la oposición, porque si no "la gente del pueblo les corre a gorrazos".
Sobre el ofrecimiento de dinero negro a un concejal del PSOE para que le apoyara, el ex alcalde lo ha negado y ha señalado que si el PSOE dice eso es porque en "política los partidos intentan desprestigiar al contrario. El PP llevaba toda la vida gobiernando en Chiloeches y el PSOE quería echarnos".
El actual alcalde declara como testigo
Uno de los testigos que ha declarado en el juicio esta mañana ha sido el actual alcalde de Chiloeches, Juan Andrés García, que ha confirmado que fue IU, partido del que él era concejal, el que se puso en contacto con el Ministerio Fiscal para ver si este tema era constitutivo de delito. Según ha declarado el actual alcalde, todo se descubrió durante un pleno en el que un concejal declaró que el alcalde había intentado chantajearle ofreciéndole dinero si renunciaba a su acta de concejal. Juan Andrés García ha señalado que pusieron el tema en manos de la fiscalía porque su grupo político no tenía dinero para presentarse como acusación.
En el juicio, que se ha celebrado en vista pública esta mañana, la defensa ha señalado que todo el proceso está montado sobre indicios y no sobre pruebas y ha afirmado que se demostrará que no hay nada que sustente la acusación excepto el testimonio de determinadas personas. La defensa, que ha presentado nueva documentación y varios testigos más, que han sido admitidos por la juez de la sala, insiste en que el caso está muy influido por las malas relaciones personales que mantienen los protagonistas y ha señalado que cuando no hay pruebas esas relaciones tienen gran importancia.
Por su parte el ministerio fiscal ha señalado que nada tienen que ver esas malas relaciones personales y que bajo su mandato, César Urrea intentó convertir el ayuntamiento en un instrumento para decidir a su voluntad lo que él creyera conveniente. La fiscal, Rocío Rojo, le preguntaba al jurado "¿para qué vamos los ciudadanos a votar si los acuerdos se alcanzan de esta manera?"
El juicio, en el que tienen que declarar once testigos, podría no terminar en la jornada de este lunes. Después habrá que esperar al veredicto. De momento el Ministerio Fiscal pide penas de hasta 6 años de prisión, una multa y su inhabilitación para presentarse a cargos públicos durante cinco años, mientras que la defensa ha solicitado la libre absolución.
