Instalaciones de la empresa. Foto: Facebook Río NegroHa recibido la medalla de oro en un concurso internacional y tres de sus caldos están en la guía Peñín con más de 90 puntos
La Bodega Finca Río Negro ha logrado, con su vino Finca Río Negro 2012, la Medalla de Oro del concurso Internacional Asia Wine Trophy.
A este nuevo reconocimiento hay que sumar los que ya tiene como la Medalla de Oro en el Concurso de Canadá Selección Mundial del Vino para las añadas 2011 y 2012, la Medalla de Oro en Berliner Wine Trophy, a las añadas de 2009, 2010, 2011 y 2012, la Medalla de Oro en Mundus Vini para las añadas de 2010, 2011 y 2012. Oro en Tempranillos del Mundo para 2011 y 2012 y 93 puntos en la Guía Peñín para el vino Finca Río Negro 2012.
Con un aroma intenso, el Finca Río Negro 2012, se caracteriza por ser un vino elegante y complejo con predominio, en su fase olfativa de frutas negras mientras que para el paladar resulta un vino corpulento, y freco.
Guía Peñín
Además la Bodega, ha obtenido 93 puntos en su Finca Río Negro 5º Año, 92 puntos en su Finca Río Negro 2013 y 91 puntos en su 992 FRN 2015, en la edición de 2018 de la prestigiosa Guía Peñín. Publicación que, desde hace años se ha convertido en el anuario de referencia de los vinos españoles y donde, tanto profesionales del sector, como público en general se fijan a la hora de hacer su elección de esta bebida.
Fue en 1998 cuando la familia Fuentes decidió crear, las Bodegas Finca Río Negro, en Cogolludo, tierra de tradición vitivinícola que se encuentra en las estribaciones del Parque Natural de la Sierra Norte y a una inusual altitud de 1.000 metros, encontrándose el viñedo más cercano a 60 kilómetros. Con estas características las Bodegas Finca Río Negro logra hacer un vino único que se refleja en cada una de sus añadas.
Realizan una vendimia manual y, para la elaboración de sus vinos, utilizan, exclusivamente, las uvas de sus 42 hectáreas de viñedo, realizando todo el proceso productivo en su propiedad. Pero a pesar de conservar la tradición en la vendimia, no se olvidan de las nuevas tecnologías en la bodega, con el principal objetivo, de preservar la identidad del terruño. El 30 por ciento de las ventas de sus productos van destinadas a la exportación.
