Las principales figuras del torero arroparon a la familia de Iván Fandiño en su entierro celebrado en su pueblo de Orduña (Vizcaya).
Enrique Ponce, José Tomás, El Cid, Soro, Manzanares, Miguel Abellán, Padilla, Juli, Espartaco, Perera, Ortega Cano, Juan del Álamo (su compañero de terna en su última corrida), Pepín Liria, Javier Conde, Fandi, Luguillano, Curro Díaz, Paco Ureña, el alcarreño Curro de la Casa.... Toreros en activo o retirados, todo el mundo del toro acudió a arropar a los padres, a la hermana y a la mujer de Fandiño, Cayetana García Barona, con quien tenía un hijo de dos años, en el funeral y posterior entierro que se celebró en su pueblo de Orduña (Vizcaya), del que se tuvo que marchar para encontrar un mejor ambiente taurino. Primero a Valencia y a Sanlucar de Barrameda, y después a Guadalajara, provincia en la que se hizo novillero, luego torero, y finalmente en la que se avecindó: primero en un unifamiliar de Tórtola de Henares y luego en una finca de Fuentelencina, donde vivía con su familia. Un "detalle", por cierto, que ha pasado desapercibido para la mayoría de los medios informativos nacionales.
La marcha fúnebre ‘Pobre Carmen’ abrió unas exequias que se cerraron con el pasodoble ‘Iván Fandiño’, compuesto por José Urrutia, director de la Banda Municipal de Orduña. «Aquí tuvo Iván tentaciones o ideas de llegar a ser sacerdote», descubrió el párroco. «A lo mejor a los 18 años su dios era Enrique Ponce», dijo mirando en las primeras filas al aludido.
Las cenizas de Iván Fandiño fueron depositadas en el cementerio de Orduña. En las tapias de su pequeña plaza de toros decenas de coronas y ramos de flores fueron depositadas en su homenaje.