Detalle del montaje del belén monumental de este año, ubicado en la plaza Mayor, y que se inaugurará este viernes./ Foto: Luis Solano. Un sonriente niño Jesús en el portal arrullado por la Virgen María, los pastorcillos que le adoran, el palacio de Herodes, un riachuelo en el que unas mujeres lavan ropa y a lo lejos los Reyes Magos que se acercan sobre sus camellos… Todos elementos de cualquier belén que alcanzan otra dimensión en montajes monumentales como el que está realizando en la plaza Mayor la Asociación de Belenistas de Guadalajara, una de las más importantes de España.

 En esta edición, que coincide con su 45 aniversario, se han embarcado en un diseño novedoso con el que esperan sorprender a los miles de visitantes que acudan a verlo y con el que demuestran que el arte del belenismo sigue muy vivo en pleno siglo XXI.

“La verdad es que somos una de las Asociaciones más veteranas de España, la octava más antigua de las 85 que forman parte de la Federación nacional de Asociaciones Belenistas y seguimos gozando de buena salud”, cuenta el presidente, Miguel Ángel Martín, mientras sus compañeros dan los últimos retoques al Belén Monumental de este año.

Aspecto general de uno de los montajes.JPG Todo comenzó a comienzos de la década de los 70 del siglo pasado. Entonces un grupo de alcarreños apasionados del Belén que ya participaban en el montaje de San Nicolás o en los Misterios que se ponían en el Ayuntamiento y otras entidades entran en contacto con la Asociación Belenista de Madrid. “Estamos hablando de gente como Salvador Embid, don Julián el párroco de San Gines, Julián García, Milagros del Castillo o Juana Bernal entre otros, gente muy activa dentro de la cultura y el movimiento asociativo de Guadalajara que gracias a esos contactos deciden constituirse en Asociación en 1971”, recuerda el actual presidente.

Las primeras actividades serán para fomentar el belenismo en la provincia a través de colaboraciones con entidades públicas y colegios para que todos tengan un pequeño Misterio con la Sagrada Familia, alguna campaña con la Diputación y concursos de villancicos y felicitaciones navideñas. “Más que el montaje en sí, lo que se hacía era promover las celebraciones navideñas y colaborar con concursos que ya se organizaban por parte de la delegación de Juventud o la sección femenina”, apunta Miguel Ángel.

Las primeras exposiciones tienen un carácter similar. Con material prestado desde Madrid, en las Navidades de 1972 se organiza una primera exposición de dioramas en la Diputación provincial. Una muestra que continúa en años posteriores pero de forma irregular y alternando en ocasiones con otras de tarjetas de felicitación.

No será hasta los años 80 cuando las actividades cojan un nuevo impulso con la celebración de cursillos anuales de belenismo, la exposición de dioramas que se realiza en Caja de Guadalajara y el concurso de Belenes que en esas fechas ya es propio y que continúa en la actualidad con el éxito que todos conocemos.

Detalle del montaje de este año. Foto José Luis Solano.Un Belén Monumental al que le costó empezar

“Conseguir hacer un gran Belén Monumental como el que hacemos ahora costó mucho trabajo y no se logró hasta el año 2002”, explica el presidente. “La Asociación, bajo la presidencia de Ángel de Isidro, intenta promover año tras año que haya un Belén Monumental hecho por la Asociación, algo que ocurre en otros puntos de España donde entidades y asociaciones se ayudan para que la ciudad tenga un belén de gran empaque que mueve gente y genere turismo”.

Hay un primer intento en 1998 cuando en los soportales del Ayuntamiento se ponen unos dioramas y un Misterio de gran formato. Al año siguiente, el Ayuntamiento hace un pequeño Belén, también en los soportales, en el que aparecía el Palacio del Infantado, el Panteón de la duquesa de Sevillano y otros monumentos de la ciudad. Y por fin, un par de años después, se instala una carpa en la plaza Mayor para acoger el primer Belén monumental.

Es el primero que se hace y desde entonces, independientemente de quién gobierne en el consistorio, el Belén ha continuado contando con la colaboración municipal y el trabajo de la Asociación Belenista de Guadalajara y “Nació en Belén” que en años alternos se encargan de los montajes.

Esta Navidad la Asociación repite por segundo año consecutivo como autores del Belén Monumental, algo que no sucedía desde 2003. Un encargo que ha llegado de forma imprevista y que ha dejado menos tiempo del habitual para su realización comenzando los trabajos en mayo en vez de en enero. Por este motivo se ha apostado por un concepto diferente que permitirá conocer varios escenarios belenistas y diferentes técnicas y composiciones “que seguro que sorprenden a los visitantes”, destacan desde la Asociación.

El presidente de la Asociación con los artífices del belén monumental de este año/ José Luis Solano. Montajes cada vez más espectaculares

A pesar de tratarse de un arte centenario, el belenismo ha experimentado una gran evolución de la mano de los avances técnicos. Los corchos pintados, la escayola o las piedras recogidas por nuestros campos han dado paso al poliespán tallado y pintado como roca, piedra o madera. “Hay verdaderos artistas trabajando este material que hacen piezas magníficas que parecen más reales que los materiales naturales, es una tendencia que observamos a nivel nacional y de la que nosotros también participamos”, explican los artífices del Belén de este año.

También se han producido grandes avances en la iluminación de los montajes y ya se empiezan a hacer ciclos con bombillas led de muy bajo consumo que enriquecen el producto final. Unas innovaciones que para Miguel Ángel Martínez no son gratuitas sino que deben servir para que el espectador se introduzca y viva el Belén. “No es buscar el realismo para hacer una maqueta preciosista sino para que la gente sienta más cercano el montaje, lo sienta más real y se imbuya dentro de la escenografía que no deja de ser una forma de introducirse en la Navidad y celebrarla”.

Por eso cualquier Belén debe contar siempre con tres escenas básicas: la Anunciación, el Misterio, los Magos, “son escenas del ciclo navideño y es imposible cambiarlas y a partir de ahí todo queda a la imaginación de los maestros belenistas”.

Gruta con el nacimiento en un montaje de la Asociación de Belenistas.Un arte efímero con muchas horas de trabajo detrás

Hacer un Belén Monumental no es sencillo y requiere horas y horas de trabajo para un montaje que apenas durará mes y medio. Primero los maestros belenistas diseñan el montaje, el proyecto a realizar. Luego suele haber un director de obra que a pie de Belén con maquetas, planos y sus explicaciones traslada lo que hay que hacer a las personas que trabajan en el montaje. Un grupo de trabajo especializado porque cada persona se encarga de aquello que mejor se le da: hacer casas, los paisajes, el uso de la cal, la iluminación… “No es todo obra de una persona sino de un equipo que aporta su trabajo y su tiempo”, puntualiza los belenistas.

Además la mayor parte de los elementos que veremos en el montaje de este año están hechos por los propios socios que han construido los carros, las ventanas y balconadas, los cestillos y toneles o muchos de los animales que se ven ya que solo adquieren las figuras humanas y a reconocidos artesanos belenistas.

Primera exposición de la asociación en 1972.“Nosotros”, dice el presidente, “intentamos sorprender a la gente, que quién viene vea cosas diferentes, otras perspectivas, nuevas técnicas y más detalles, es nuestra gran motivación así que cuando viene alguien y dice ‘si es lo mismo que el año pasado’ sin detenerse a ver el Belén se nos cae el alma a los pies”.

Afortunadamente en Guadalajara esas personas son las menos y miles de vecinos dedican un tiempo cada Navidad para contemplarlo. Para hacerlo, los maestros belenistas aconsejan “ir sin prisa, dar un vistazo general y luego que cada uno se centre en los detalles que más le gusten para disfrutar de todo lo que un Belén ofrece”.

Una tradición europea que busca ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Se considera que los belenes vienen de Italia ya que el primer nacimiento se atribuye a San Francisco de Asís, patrón de los belenistas, que en la Nochebuena de 1223 montó un Belén con animales en una cueva próxima a la ermita de Greccio. De esta semilla, la tradición se expandió por toda Europa llegando a Alemania, Holanda, Francia, Austria, Portugal y España donde llegó de la mano de los reyes españoles de Nápoles donde el belenismo, con el famoso Belén Napolitano como ejemple, tenía mucha fuerza.

Medalla de plata concedida a la asociación por el Ayuntamiento en 2002.De ahí que el presidente de la Asociación de Guadalajara defienda el Belén como una tradición europea que se ha propagado por todo el mundo con acreditados representantes en Australia, Estados Unidos y países de América del Sur. Precisamente desde hace dos años, Federaciones de estos países trabajan para que los Belenes y el belenismo sean declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “Es un trabajo lento pero estamos en ello y con mucha confianza ya que la candidatura está respaldada por muchos países del mundo que respetan y viven esta tradición”.

En cuanto a polémicas recientes vividas en nuestro país sobre la presencia o no de Belenes en espacios públicos y sus características desde la Asociación alcarreña defienden con respeto y firmeza la tradición. “En un Belén se puede innovar todo lo que se quiera, en figuras, cambiar el estilo, se pueden hacer de mil formas y maneras pero para que sea un Belén no tenemos que perder la perspectiva de lo que es y lo que representa que es el Nacimiento de Jesús con sus tres escenas básicas que son la Anunciata, el Misterio y los Reyes Magos”, señala Martínez. Dentro de eso “y con el mayor respeto hacia lo que representa porque no deja de ser un hecho religioso para millones de personas”, mantener la tradición con innovación “no es un problema”.

Medalla de plata de la Diputación en 2003. Una postura que se extiende a la supresión del Belén en algunos lugares para no herir sensibilidades de otras culturas. “Cada uno puede hacer lo que quiera, nosotros no vamos a obligar a nadie a ponerlo pero si vamos a defender que nunca se prohíba poner un Belén porque vivimos en un estado libre y de derecho donde cada uno puede expresar su ideología, sus creencias religión cultura y tradición; prohibir nunca y si otras culturas quieren sumar pues estupendo, pero no quitemos una manifestación popular para poner otra, además cuando creo que nadie, venga de donde venga, se puede sentir ofendido por algo tan bonito como es un Belén”.

En un mundo interconectado donde lo virtual sustituye con facilidad a lo real la tradición belenista se mantiene pujante en provincias como la nuestra. Parte del mérito recae en la Asociación de Belenistas de Guadalajara por los cursos que da, los concursos que promueve y el espectacular Belén Monumental que preparan para nuestro disfrute. La mejor manera de celebrar con ellos este 45 aniversario será acercarse a la plaza Mayor de la capital para disfrutar su última creación mientras ellos ya preparan, anunciando un montaje muy especial, sus bodas de oro en 2021. Las celebraremos con ellos.

"Recuerdo ese viejo Belén de figurillas de barro sin cocer donde los caballos más bien parecían mulas..."

Por la nostalgia que destila reproducimos el brindis realizado con ocasión de la cena de gala del 47 Congreso Nacional de Belenistas celebrado en Guadalajara en octubre de 2009. El evento tuvo lugar en el Parador de Sigüenza y el brindis fue escrito y leído por Francisco Javier Franco bajo el personaje del Cardenal Mendoza.

Un montaje de años anteriores “Quisiera en primer lugar agradecer su amable invitación a éste acto en nombre de mis compañeros y en el mío propio.

En segundo animarles, ya que en unos tiempos donde desgraciadamente se están perdiendo algunas buenas tradiciones, Uds. han creado una Federación que pretende mantener una de ellas, LOS BELENES.

Porque cuando veo un Belén, además de ver una obra de arte e ingeniería, a menudo me traslado a mi niñez y recuerdo las excursiones para recolectar musgo, serrín, tierra y piedras necesarios para montarlo…

Y recuerdo opíparas cenas de mariscos y asados que eran animadas por las tiranteces familiares habituales entre cuñados que solo se apaciguaban cuando salían los turrones y nos reuníamos todos alrededor del Belén para entonar juntos los villancicos de siempre creando una desafinada amalgama de voces llenas de alegría y felicidad…

Recuerdo ese viejo Belén de figurillas de barro sin cocer donde los caballos más bien parecían mulas que a puro de dar vueltas en un cajón de madera con serrín habían perdido el barro de alguna de sus patas y se apoyaban en el alambre central de las mismas… Y aquellos Reyes Magos abiertos de piernas para que tuvieran holgura en sus monturas, sodomizados por el alambre que salía de la grupa de los equinos, o aquel Gaspar descabezado cuya testa intentábamos juntar todos los años con pegamento Imedio, pero que acababa siempre decapitado.

Detalle del belén monumental de este año/ José Luis Solano.Ahora sin embargo, en la mitad de las casas no se instala el Belén y los jóvenes ni vienen a cenar porque lo hacen con los amigos y cuando vienen se van a la mitad “porque han quedado” y los niños están deseando terminar para jugar con la play o el ordenador…. Es entonces, cuando nos quedamos solos ante un aburrido programa televisivo de la operación triunfo de turno o viendo por enésima vez la película sobre la Biblia, con una copa de cava… repasamos las anécdotas del año y nos miramos con esa mirada que lleva a partes iguales picardía, deseo y complicidad, nos damos un beso y nos vamos a la cama para demostrarnos a nosotros mismos que aún aguantamos algún que otro asalto.

Pero dejémonos de añoranzas porque... Yo... Pedro Gozález de Mendoza, confesor de nuestra Reina Isabel Iª de Castilla a quien Dios guarde, Obispo y señor de Sigüenza y Calahorra, Cardenal Mayor de las Españas, Arzobispo de Toledo y de Sevilla, Abad de Valladolid, de San Zoilo de Carrión y de Fecamp en la Francia… levanto mi copa como agradecimiento y apoyo a quienes mantienen esta tradición y alimentan el recuerdo de aquellos años de infancia, de ilusión de alegría y felicidad que sentimos al ver de nuevo... UN BELÉN”.