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Cortan en 112 piezas la vasija de la antigua central de Zorita

Segmentación Vasija Zorita 7Trabajos para la segmentación de la vasija. Foto: EnresaLos trabajos de desmontaje de los componentes del circuito primario de la central nuclear José Cabrera, en Almonacid de Zorita, ya han finalizado. Tras las actuaciones acometidas con los internos del reactor, el presionador, la bomba principal y la retirada completa del generador de vapor, esta fase del proyecto culminó en el mes de mayo con el corte bajo agua de la vasija del reactor en 112 piezas.

 Tras diez meses de operaciones, los trabajos de segmentación de la vasija de la central nuclear terminaban el pasado mes de mayo. En total, se han realizado más de 172 metros lineales de corte y se han actuado  sobre 95 toneladas de material. La vasija se ha segmentado en 112 piezas que se han acondicionado en 15 contenedores de hormigón para su envío al almacenamiento de residuos radiactivos de baja y  media actividad de El Cabril (Córdoba).

Con el proceso finalizado de la vasija, culmina el desmontaje del circuito primario de la central nuclear, que ha requerido la aplicación de diferentes técnicas.

El proyecto de Zorita ya se ha ejecutado en un 70% y se ha retirado de la instalación un 99% de la actividad radiactiva existente al inicio del desmantelamiento.

vasija1Una de las fases de segmentación de la vasija. Foto: EnresaEl proyecto se centrará en los  próximos días en la descontaminación de las paredes y los suelos de los edificios de la contención y auxiliar, la puesta en marcha del taller de descontaminación, así como el desarrollo de la campaña de caracterización del emplazamiento, para dejarlo como estaba, que ya ha comenzado con la realización de medidas superficiales y sondeos de los terrenos. Está previsto que los trabajos del proyecto finalicen en 2018.

Desde que comenzará el desmantelamiento de la central, en 2010, se han generado 9.277 toneladas de materiales, de las que 2.230 son residuos radiactivos. De esta cantidad, 1.075 toneladas han acabado en El Cabril.

En el desmantelamiento de la central trabajan diariamente una media de 249 personas, en 31 empresas contratadas, y el 65% de ellos proviene de Guadalajara.

Terreno libre de contaminación

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) ha querido aportar hoy, de manera pormenorizada, todos los datos posibles al respecto, resaltando sus responsables, el director de Operaciones de la compañía, Alejandro Rodríguez Fernández, así como el responsable del desmantelamiento, Manuel Rodríguez Silva, la falta de incidentes durante un proceso que se iniciaba en el 2010 y que está previsto concluya en el 2018.

En todo caso, tal y como ha querido resaltar Fernández, la fase que ahora acaba de concluir, el desmontaje de la vasija del reactor, una de las labores más complejas de todo el proceso de desmantelamiento de la planta nuclear más antigua del país, ha sido un “hito importante” que marca ahora un cambio de ritmo en la obra hacia un trabajo también complejo pero con menor carga radiológica, ya que sólo resta el 1% de retirada de la actividad radiactiva.

vasija5Todos los trabajos se hicieron con robots y bajo el agua. Foto: EnresaAunque ese 1%, supondrá también un trabajo complejo ya que se trata de material que ahora hay que buscar por no encontrarse concentrado, como el resto.

Por lo que respecta al corte de la vasija, ambos técnicos han coincidido en resaltar la técnica de corte bajo el agua, ya que este elemento actúa como blindaje; pero además, para ello, se han utilizado herramientas que se teleoperaban desde fuera, robotizadas, ya que los valores de actividad de estos componentes no son compatibles con la presencia humana, ha explicado Fernández.

Este terreno deberá quedar totalmente libre de contaminación para cuando tengan que revertir en su propietario, Gas Natural-Unión Fenosa, lo que está previsto que se produzca en el año 2018, con lo cual, de cumplirse estos plazos, el proceso se prolongaría ochos años ya que se inició en el 2010.
Al tratarse de un proceso de desmantelamiento que va de dentro hacia afuera, el cambio morfológico de la central, aunque algunos de los edificios estén ya huecos, no se producirá hasta el 2016, y su demolición será muy rápido.

En este proceso de desmantelamiento se incluye también el del ATI (Almacén Temporal Individualizado” que hay en la central, donde ahora se guarda el combustible de esta planta, y cuyos residuos se contempla llevar al futuro almacén centralizado de Villar de Cañas (Cuenca), que según estos responsables, está previsto que esté también para esa fecha, “dentro de la programación”, ha matizado Fernández.

95 millones de euros ya invertidos

En cuanto al presupuesto, de los 160 millones contemplados en el mismo, se han invertido ya un 60%, unos 95 millones, tal y como ha manifestado Silva, responsable del desmantelamiento.

Ambos responsables han querido resaltar el “complejo y singular trabajo” que ha habido que realizar “con muy pocos precedentes en el mundo, con un desarrollo tecnológico que tiene relevancia mundial”, pero también la “normalidad y ausencia de incidentes” a lo largo de este tiempo.

 

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