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Una tormenta perfecta deja al Deportivo en Tercera División

retuerta2El Club Deportivo Guadalajara, que según sus dirigentes fue confeccionado para subir a segunda división, acabó bajando a la tercera dvisión, categoría que había abandonado en la temporada 2006-2007.  Una tormenta perfecta de sucesivos errores lo propiciaron.

 Antes de la temporada, el presidente y propietario del club Germán Revuelta anunciaba su intención de dar un vuelco al equipo técnico y a la plantilla. No había quedado contento con el final de la temporada anterior en la que el Guadalajara jugó el play-off del ascenso a segunda división, y perdió en la segunda ronda con el Huracán de Valencia, un equipo que no aparentó ser mejor al Deportivo.

Los propietarios del club imprimieron, efectivamente, un gran cambio. Prescindieron del equipo técnico, con Salvachúa y Jorge a la cabeza,  y de la mayor parte de la plantilla que había metido al equipo  en el último play-off. Cambió el modelo al fichar un director técnico, Quini Álvarez, como máximo responsable de contratar al nuevo entrenador, Manolo Cano, y a la nueva plantilla. Pero más tarde supimos que una cosa no había cambiado: los problemas de liquidez que ya tuvo el Guadalajara  para hacer frente a sus compromisos en la temporada pasada, no estaban resueltos. Es más, se agravaron.

Los primeros efectos de esta tormenta perfecta vienen derivados de los numerosos cambios sufridos por la plantilla. Jugadores importantes como Toledo, Molinero, Arroyo, Javi López, Pérez , Chema Mato, Lacruz, Zamora... abandonaban el club, y solo quedaban de la temporada anterior Moyano, Rangel, Manzano, Gómez y Kevin. Llegaron nuevos, la mayoría: Sumi, Diakité, Edipo, Miguélez, David, Guillem, Marqués,  Riki, Iglesias, José Ángel...más algunos canteranos.

La temporada no empezó bien y todos lo achacamos a que el Deportivo confeccionó la plantilla apurando al máximo, para aprovechar las últimas gangas. El equipo no jugaba bien, le faltaba carácter y pronto se vio que el reto de meterse en el play-off de ascenso cada vez estaba más lejos. Manolo Cano no se comió los turrones, y el 13 de diciembre era destituido con un balance lamentable:  6 victorias, 6 empates y 9 derrotas.

Pero en todo este tiempo se agravó un problema que acabó intoxicando a todo e l cuerpo del club: directiva, técnicos, jugadores y afición. El Guadalajara no había resuelto sus problemas de liquidez y el pago de los sueldos se retrasaba, generando situaciones indeseables. Hubo jugadores que incluso llegaron a proponer un plante o un acto de protesta , que finalmente se pospuso. Pero las cosas se complicaron de tal modo que el club aceptó la negociación con algunos de ellos y les dio la carta de libertad a los que tenían ofertas de otros equipos. Y así se marcharon en la “ventana”  de invierno jugadores de gran peso en el club como Dani Gómez, Diakité, José Ángel o Guillem, u otros de menos vuelos como Sumy o Edipo. Algunos estuvieron en la rampa de salida, y desaparecidos de la convocatoria, como fue el caso de Marqués, y de pronto nos encontramos con que el Guadalajara tenía que remendar medio equipo para las navidades. Esta tarea se encomendó a un esforzado del banquillo, el burgalés Félix Arnáiz, que ya había pasado por el banquillo deportivista. Germán Retierta le dijo que él era el “hombre adecuado” para salvar esta situación, y como no tenía nada mejor que hacer, después de estar varios años en paro, para acá que se vino.

20160424 GuadaAmorebieta-8280Con Arnáiz el equipo quiso ganar en intensidad, miró más hacia ese fútbol del norte en donde prima más la eficacia que el preciosismo, pero tuvo que lidiar con medio equipo nuevo y una situación económica que no acababa de solucionarse. A mediados de enero se hacía oficial la baja de Quini al frente de la secretaría técnica, que no tuvo sustituto, y Arnáiz se encontró con cinco jugadores nuevos, Javi Soria, Vega, Granados, Julien y Jaime, a los que tuvo que integrar deprisa y corriendo. Pronto comprobamos que el Guadalajara había salido perdiendo con los cambios. Y apenas tres meses después, el Guadalajara no solo no se había reenganchado a los equipos de la zona alta de la tabla sino que coqueteaba peligrosamente con el descenso. Y el 21 de marzo fue destituido con otro palmarés deprimente: 3 victorias, 4 empates y 6 derrotas.

Ante el miedo al descenso y las consecuencias que esto podría tener para la Sociedad Anónima Anónima Deportivo Guadalajara, la familia  Retuerta se sacó el último conejo que le quedaba  en la chistera. David Vidal, un entrenador carismático y con amplio historial  en primera y segunda división, y que disfrutaba del buen clima y las playas de Cádiz después de llevar mucho tiempo sin entrenar. Vidal se vino a un hotel de Guadalajara con la única misión de evitar el desceso del Deportivo, y lo primero que hizo fue apoyarse en  dos jugadores veteranos que llevaban meses sin jugar: Marqués y Riki. Él equipo comenzó goleando al Rayo Majadahonda, un rival directo, dio una buena imagen ante el Castilla, pero Riki se volvió a recaer en una lesión muscular, con lo que la temporada había acabado para él. No se puede decir que el Guadalajara jugase mal con Vidal, pero sin un delantero goleador necesitaba veinte ocasiones para meter un gol mientras que a sus rivales les valía con tener cuatro para marcar, por la debilidad defensiva del equipo. Aun así,  el Guadalajara tuvo repetidas oportunidades para haberse salvado, y hasta el último partido contra el Toledo la permanencia estuvo en su mano. Pero fracasó. Tres entrenadores en una temporada, como diría Davil Vidal es una barbaridad, y media docena de jugadores dados de baja en navidades es una temeridad. Y entre unas cosas u otras el Guadalajara ha pasado en tres años de jugar en segunda división a regresar al pozo de la tercera.

20160507 GuadaArenas-8354Desconocemos cuál será el futuro del equipo. El presidente de la SAD Deportivo Guadalajara guarda silencio y todo es una pura incógnita. No sabemos cuál es la deuda que acumula el club y sospechamos que en tercera división va a ser difícil de afrontarla a no ser que la sociedad cambie de manos o logre una solvencia económica de la que ha carecido esta temporada; y que ha sido el germen del descenso.  Después del fiasco que supuso el descenso administrativo  de la segunda división, el Guadalajara debe hacer un proyecto deportivo sostenible aunque sea para jugar en tercera. Este año sí que tienen que cambiar cosas.

Decía el comunicado del club que el Guadalajara tiene una gran afición y que cuenta con ellos. El aserto no es cierto del todo. El Guadalajara perdió la mitad de la afición desde que bajó de segunda y la mitad más en la última temporada. Y en tercera volveremos a  las 300 personas de asistencia en un campo con 7.000 espectadores. Va a ser el estadio más grande de toda la tercera división.

¿Afición? La verdad es que los únicos que han aguantado  y mantenido el tipo ha sido La Zorra Alkarreña, que debe ser la única peña de España que ha acompañado a su equipo en todos los desplazamientos.  E incluso con ellos, la SAD Deportivo Guadalajara ha tenido problemas.

La travesía por el desierto de la tercera división, si los impagos de la deuda no traen consecuencias mayores, no va a ser fácil. Pero una cosa está clara: el Deportivo Guadalajara debe refundarse desde el trabajo con la cantera, que ya se había iniciado, y el rigor presupuestario, del que obviamente se ha carecido en los últimos años. Desde la chapucera ampliación de capital con la que comenzó el retroceso del club. Hasta ahora.   

Guadalajara Diario.        

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