Rastrillo solidario

Una pequeña zona de Malí, en Africa, está unida desde hace años a Huetos, un pequeño pueblo de Guadalajara que desde 1994 colabora con la región de Karangasso para ayudar a los niños, los jóvenes y las mujeres de la zona a tener una vida mejor.

El nexo de unión de este proyecto fue el misionero Manolo Gallego, que desde hace años trabaja en la zona y que tiene lazos familiares con este pequeño pueblo de Guadalajara.

Desde 1994 la Asociación Cultural Huetos organiza diversas actividades para recaudar dinero que sirva para poner en marcha proyectos solidarios en Karangasso. Esta asociación en el puente de Agosto organiza un rastrillo de la solidaridad en el que se ponen a la venta productos y artículos, muchos de ellos artesanos que previamente han sido cedidos por vecinos o por artistas que colaboran de forma desinteresada.

Además se organizan marchas solidarias para recaudar fondos, la próxima será el día 13 de agosto a las 20 horas.

Con lo recaudado por las ventas se financian diversos proyectos en esta zona de África. Entre los proyectos se encuentran la guardería Nintabugoro-Huetos en la que trabajan cuatro maestras que han atendido, en el último curso, a 97 niños.

Además tienen un programa de becas de estudio al que han destinado 5122 euros el último año, un dinero que se gasta en las matriculas de los alumnos para que estudien en escuelas o universidades, y en trasnporte o manuntención si es necesario.

El tercer proyecto es la parroquia San Juan Bautista en el barrio de Bobo donde se hacen actividades para jóvenes y niños y se colabora con el Centro de Promoción de la Mujer de la zona.
El rastrillo solidario estará abierto desde el sábado 12 hasta el martes 15 de agosto.Un proyecto en el que colabora la Asociación de Huetos, el Ayuntamiento de Cifuentes, la Diputación Provincial de Guadalajara y la Caixa.