El Cristo del Amor y de la Paz a su paso por el paseo de Fernández Iparaguirre esta mañana./Foto:GuadalajaDiario.Los cofrades del Cristo del Amor y de la Paz se han sacado la espina del año pasado en que no pudieron sacar a su imagen a la calle porque no paraba de llover. Este año un sol radiante ha acompañado al cristo en todo su recorrido por las calles del sur de Guadalajara.
La cofradía del cristo del Amor y de la Paz, en vez de cargadores utiliza costaleros que llevan el paso a la usanza andaluza.La hermandad se fundó en 1956 por guardias civiles y honra a Cristo muerto en la cruz. Esta mañana del Viernes Santo ha recorrido las calles del suoroste de Guadalajara, con gran expectación y temperaturas venariegas que se exproximaban a los treinta grados.
La imagen titular es una preciosa talla en madera de nogal, realizada en talleres Granda de Madrid, y restaurada con posterioridad.Como la procesión es al mediodía, lleva cruces en lugar de cirios. Hasta el 2003 la hermandad también salía en la procesión del Silencio, que empezaba apenas unas horas después de haber acabado su recorrido matutino. Demasiado.
El Cristo tiene un ingenio mecánico para salvar el portón de la iglesia. Son cerca de 300 cofrades, y los que participan en la procesión llevan capirote rojo y túnica blanca. Salen de San Ginés y bajan hasta el Carmen por la travesía de Santo Domingo para hacer el encuentro con la virgen de la Soledad, en la parroquia de San Nicolás, que se ha convertido en uno de los momentos más esperados de la procesión. Este momento tiene su origen en el encuentro que hacían ambas cofradías cuando participaban en la procesión del Silencio en la noche del Viernes Santo.
El encuentro entre el cristo y la virgen a las puertas de San Nicolás./Foto:GuadalajaDiario. La procesión sube luego por por la calle Mayor y hacen un recorrido parroquial por el sur de Guadalajara: parque de la Concordia, Asilo, Félix Flores, Amparo y vuelta hasta San Ginés, con la solemnne entrada del Cristo hasta la iglesia en la que los costaleros vuelven a demostrar su pericia.
Al igual que ayer, miles de personas siguieron la procesión a lo largo del recorrido, con especial atención en el Encuentro entre el Cristo y la Virgen de la Soledad y la entrada y salida a la iglesia de San Ginés.
Satisfacción entre los cofrades por el desarrollo de las procesión, y máxime porque el año pasado no pudieron salir a la calle porque estaba lloviendo y hubieron de limitarse a una ceremonia en el interior del templo.
