El obrador y las cuatro confeterías del grupo Hernando en Guadalajara, Azuqueca y Alovera no han abierto sus puertas.
La Flor y Nata,una de las cuatro pastelerías del grupo Hernando, hoy lunes, con el cierre echado./Guadalajara Diario.
Lo habían anunciado hace apenas unos días con un cartel adherido al escaparate de sus cuatro establecimientos: "El próximo domingo 18 cerramos nuestras puertas para siempre.Queremos darles las gracias por consumir y disfrutar de nuestros culces artesanos durante un siglo. Gracias". Y el aviso se cumplió. Este lunes el obrador y los cuatro establecientos de Hernando en Guadalajara, Azuqueca de Henares y Alovera no han vuelto a abrir sus puertas. Apenas 25 palabras en un cartel ponían punto y final a una marca emblemática de la dulcelería de Guadalajara y uno de los principales artífices de nuestro postre más singular: el bizcocho borracho. Por primera vez en más de un siglo, incluyendo la guerra civil, en la Calle Mayor de Guadalajara no se despachan bizcochos borrachos. Las cinco dulcelerías que llegó a tener han ido cerrando una tras otra con el paso de los años.
Los problemas económicos han llevado a los dueños a tomar esta decisión. Una muestra más de la difícil supervivencia del pequeño comercio, y en este caso de una dulcelería atesana y de gran calidad. Hernando es la última empresa de pastelería artesana que funcionaba en la calle Mayor de Guadalajara y que resistía como podía a la dura competencia frente a la pastelería industrial, que despacha mucho y barato. Pero ahora vivimos en la era "low cost". Primero cerró La Menorquina, después Villalba (en origen Saldaña), Moya, y por último Campoamor (luego Trejo)
Primera pastelería de Hernando en Miguel Fluiters 35 antes del cierre. Ha sobrevivido más de un siglo, al principio con el nombre de Guajardo, el fundador./ Foto: Santiago Barra/Guadalajara DiarioHernando es una empresa que inició su andadura en Guadalajara en 1880 cuando Antonio Hernando Guajardo se instaló en Guadalajara, procedente de Alhama de Aragón, comenzando a regentar una taberna en la Calle Mayor, en su parte baja. Alrededor de 1900 se inició en el negocio de la pastelería.
El negocio fue creciendo y en 1994, sus sucesores, abrieron el obrador del Polígono del Henares, una empresa que ha llegado a tener 46 trabajadores en plantilla.
Según informa la agencia EFE, el cierre afectará a la totalidad de la plantilla integrada por una veintena de personas. La mitad trabajaba en el obrador y el resto en las pastelerías.
La Calle Mayor de Guadalajara está desde hoy todavía más triste.
