Los toros de Pedrés, de gran presencia, protagonizan el encierro más concurrido y accidentado con tres heridos. VIDEO DE LA COGIDA EN EL INTERIOR.
Pocos incidentes en este último tramo, salvo una caída sin consecuencias, y sí muchas carreras buenas.
Los toros de Pedrés llegaron a Guadalajara a las 6.00 de la mañana, dos horas antes del encierro, y por suerte pasaron el reconocimiento veterinario. Porque si no lo pasan el petardo hubiera sido de categoría con las calles y Plaza de Toros de Las Cruces llenas de gente esperando el último encierro. Ese es un riesgo que siempre está ahí cuando se corren los toros de las corridas.
Los problemas comenzaron cuando siete de los nueve toros que trajo José Cruz se rechazaron en el primer reconocimiento veterinario. No es fácil encontrar una corrida para plaza de segunda a estas alturas del año y la solución tardó en llegar mucho tiempo.
Las caras, tras el encierro, de los concejales Jaime Carnicero y Armengol Engonga, veterinarios, empresa, presidente y personal de corrales era de haber dormido poco y haber pasado mucha tensión. A las 7.40 (20 minutos antes de comenzar) se confirmó que había encierro y todos pudieron respirar.
Puntual pese a todos los contratiempos, el encierro comenzó con seis toros muy parejos y bien presentados. Desde el primer momento presentaron sus credenciales y pidieron los papeles a los corredores.
Desde el principio, tres toros de adelantaron a la manada y protagonizaron una carrera emociónate, dejando La Carrera totalmente limpia de corredores que tuvieron que tomar las talanqueras de forma precipitada.
Tres toros por delante con dos bueyes y otros tres toros con los demás cabestros por detrás. Fue la forma en la que hicieron todo el recorrido.
En Capitán Arenas la emoción se disparó con dos carreras muy distintas y apasionantes.
El mayor susto de las ferias llegó en las curvas de Santo Domingo. Justo en frente de la iglesia que preside la plaza homónima, el toro que abría manada se llevó a tres corredores que intentaban subir al vallado, dejando a uno de ellos en estado semiinconsciente en el suelo mientras los otros dos se colaban por debajo de las talanqueras. El mozo quedó postrado en el suelo, conmocionado, pero si tumbarse, y aunque ninguna de las reses hizo por él, fue golpeado hasta dos veces con las patas de los cabestros del segundo grupo.Los tres fueron atendidos por contusiones por las asistencias de la Cruz Roja y ninguno de ellos tiene heridas por asta de toro.
Atención a los heridos de la plaza de Santo Domingo. /GD. Pero sigamos: los tres toros volaron por Santo Domingo y abrieron aún más hueco con sus compañeros. Así, entraron en Santo Domingo muy abiertos aunque en una carrera noble miraron descaradamente a ambos lados. Por detrás, una manada más compacta de tres toros y los cabestros, que se dejaba correr a un ritmo inferior en una calle limpiada por sus hermanos.
En Capitán Arenas la emoción se disparó con dos carreras muy distintas y apasionantes. Por delante, los tres toros a un ritmo muy alto, abiertos a lo ancho de toda la calle, y por detrás la segunda manada a un ritmo más tranquilo y con una carrera más templada, que dejaba a los mozos estar más tiempo en la cara. Pocos incidentes en este último tramo, salvo una caída sin consecuencias, y sí muchas carreras buenas.
La entrada en la plaza de Las Cruces fue tranquila, pese al gran número de corredores de este tramo. Las dos manadas se agruparon en el ruedo. El encierro por las calles duró dos minutos, aunque el festejo se alargó hasta los tres porque un toro se entretuvo dando una vuelta a la plaza y mostrando, con su trapío, por qué Juan Jose Padilla se había quitado del cartel de esta tarde.
Una duda mee queda después de este encierro: ¿Porqué no se trajo la corrida de Pedrés desde el principio?
Plaza llena para el encierro de este domingo. Unas 20.000 personas han pasado por la plaza en estos cuatro días de encierros, el espectáculo más seguido de las Ferias.
Mas luces que sombras en los encierros 2018
Apenas media docena de heridos, solo uno por asta de toro (pendiete del último parte oficial) y todos ya de fiesta otra vez. Mejor presencia de los astados respecto a otros años, excepto algunos toros anovillados que bajaron los dos primeros días.
Buena presencia de corredores, todos los días, y la plaza casi llena tres de cuatro días, lo que convierte a los encierros en el espectáculo más seguido de todas las ferias. Más de 20.000 personas viendo la entrada de los toros de los encierros y la capea posterior, sólo en la Plaza de Toros de Las Cruces.
Entrada de los astados a la plaza de Toros./ J. Ropero-Ayto.
En la parte de organización, los mismos problemas que no se solucionan. Un policía soltando los toros que parece que está sacando a un preso de la cárcel, la falta de corredores en el primer tramo por imposición de la policía, el cohete tirado en el lugar de más peligro y concurrido de la plaza toros, la falta de bueyes escoba, las pésimas instalaciones de Bejanque desde donde se sueltan los toros…
Caso aparte, en el lado negativo, la pésima presencia de las reses que se sueltan después del encierro. Hay todo un año para solucionarlo, pero para ello hace falta de previsión y de autocrítica. 
La manada entró en corrales apenas en dos minutos, pero un toro se dio una vuelta por la plaza y tardó uno más. / J. Ropero-Ayto.
Última hora de los heridos
El cuarto y último encierro de las Ferias y Fiestas de Guadalajara se ha saldado con tres personas heridas. Han sido asistidas por una ambulancia de Cruz Roja situada en la Plaza de Santo Domingo.
Se trata de B.D.S. de 21 años de edad, de San Sebastián de los Reyes, de I.C.S. de 41 años de Guadalajara, y de O.F.M., de 32 años y procedente de Segovia. Todos ellos han sufrido contusiones.
En la suelta de vaquillas no se ha producido ningún herido.
Y en los toros de fuego celebrados ayer, fueron asistidas siete personas: seis de ellas por quemaduras leves y una por sufrir un golpe en la cara.
