Guadalajara vivió un emotivo acto institucional en memoria de Antonio Buero Vallejo en la víspera del día en que el Hijo Prelidento de la ciudad habría cumplido cien años. Fue en el mismo escenario del teatro que lleva el nombre del dramaturgo arriacense, en cuya casa natal se clavará hoy la siguiente placa: “Guadalajara está siempre al fondo de mí porque allí fue donde tuve las vivencias decisivas de mi infancia”. VER VIDEO EN EL INTERIOR
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El acto institucional organizado por el Ayuntamiento de Guadalajara se ubicó simbólicamente en el escenario del teatro Buero Vallejo. Fue un acto muy bien diseñado, emotivo, con las palabras justas, ninguna de más pero tampoco de menos, en las que la relatora del mismo, Abigail Tomey, fue introduciendo con agilidad y precisión los principales hechos vitales de nuestro dramaturgo universal, con el conveniente respaldo fotografico, mientras que iba dando paso a las intervenciones de tres de los mantenedores.
Luis María Anson, que improvisó un discurso agudo y ameno, repleto de anécdotas sobre el que fue compañero de sillón en la Rea Academia Española: “el mejor dramaturgo desde Calderón que ha tenido España”, hasta el punto de que dentro de 200 años, “no se sabrá quién fue Montoro, Rajoy o Pedro Sánchez, pero sí quien era Buero Vallejo”. Le definió como un hombre “coherente y fiel a a sus ideas dentro de la flexibilidad”, un “progresista profundo” que siempre estuvo del lado de los débiles en todos los órdenes de la vida. Un hombre que a pesar de las apariencias tenía un gran sentido del humor (una apreciación en la que coincidieron todos) que llegó a la cima del lenguaje y se convirtió en uno de los grandes de la literatura española.
Ana María Leyra, catedrática de Filosofía de la Universidad Complutense, y amiga de la familia Buero, glosó la figura del dramaturgo desde la visión de la filosofía, porque su teatro, sin dejar de ser espectáculo, como él siempre reivindicó, tenía grandes dosis de filosofía: “Buero era un ilustrado y un admirador de la Ilustración”, precisó Leura.
Por úlimo, intervenino Paloma Pedrero, actriz y dramaturga, vicepresidenta de la SGAE, que leyó una bella carta al amigo y maestro escrita desde la emotividad el día en que Buero falleció y los compañeros velaron su cadáver en el escenario del María Guerrero. Para Leyra, Buero era el gran dramaturgo de este país: “Gracias a tí sabré a lo que puede llegar un dramaturgo cuando no pierde el paso”, sentenció la amiga y compañera.
Entre medias, se leyeron textos de Buero por parte de los actores Juan Carlos Naya y Jesús Cisneros. También se proyectó el fenomenal video encargado por el Ayuntamiento y producido por el estudio de Laura Domínguez sobre la campaña “100 años, 100 frases”, por la cual el aniversario de de nuestro dramaturgo ha salido a la calle y se ha mostrado a la sociedad alcarreña a través de cien frases de Buero colocadas en los escaparates de otro centenar de comercios de la ciudad. Un feliz idea que ha popularizado el aniversario por toda la ciudad.
Finalizó el acto con las palabras del alcalde, Antonio Román, quien significó el orgullo que toda Guadalajara tiene por el dramaturgo más laureado de nuestro país (tiene el Cervantes y todos los premios de teatro posibles) y que el Ayuntamiento ha querido celebrar con un extenso programa de actos.
Este jueves, alas 19 horas se descubrirá una placa en el número 39 de Miguel Fluiters, su casa natal, con la ya citada frase de Buero. Al terminar el acto, a las 20 horas, se representará en el Teatro Auditorio Buero Vallejo una de las obras más famosas del dramaturgo: “El sueño de la razón”. El programa incluye conferencias, mesas redondas y representaciones teatrales.
Se ha colaborado para la edición de un libro de Planeta con la carpeta de dibujos que fue reuniendo Buero desde que era un niño; habrá un sello aniversario de Correos con 220.00 ejemplares; y una sala dedicada a su figura en el palacio de la Cotilla.
“Guadalajara debe mucho a Buero y este centenario es una ocasión para devolvérselo”, sentenció el alcalde.
Al acto asistieron la viuda de Buero, Victoria Rodríguez, su hijo Carlos, representantes del Ministerio de Cultura, Junta de Comunidades y de todos los grupos políticos del Ayuntamiento