Varios miles de personas -unos 7.000 según la organización- recorrieron el sábado las calles de Guadalajara pintados de colorines.
Aunque algunos se lo toman en serio y van corriendo, la gran mayoría hicieron el recorrido andando a buen ritmo. Una gran parte de los participantes eran adolescentes, y entre ellos había más chicas que chicos. Aunque también se vio a familias con los niños pequeños, a incluso algunos que vinieron acompañados de sus mascotas. Lo que no faltó fue la alegría que parecía acompañar a todos ellos,en una tarde-noche en la que se mezcló el deporte, la música y el espectáculo. Y por supuesto, el ingrediente prinicipal: cinco toneladas de pintura de colores, elaborada con harina de maíz y colorantes naturales. El polvo neón, que se usó una vez que el sol se escondió, fue otro de los alicientes de la cita.
Holi es el festival hindú de la primavera, una exaltación de la alegría, por eso corren, bailan durante horas y lanzan polvos de colores que tiñen cada instante de sana diversión, se destaca desde la organización.
Buen ambiente en suma en una tarde-noche muy agradable en Guadalajara, en la que la Holi-run coincidió con la Feria Chica que algunas peñas organizaron en el recinto ferial.