Les felicito por la calidad de su publicación y les hago llegar información relevante sobre la noticia publicada de la reciente caída de una calle con arrastre de muro sobre una vivienda de Horche.

Hace algo menos de dos años, ocurrió un suceso similar en un emplazamiento cercano, con las mismas consecuencias para viario, muro y vivienda.

Si bien en las noticias ha aparecido el Sr. Alcalde de Horche manifestando, con su pericia técnica, que la causa del derrumbe son las lluvias, hace dos años, para una situación similar (obras de pavimentación y una serie de cargas tales como tráfico rodado y parking sobre un firme sin estructura al efecto), para un suceso idéntico, ha manifestado que la culpabilidad del siniestro recae sobre los afectados; esto es, que el muro construído hace más de 100 años, no fue calculado correctamente.

Ante esta situación, idéntica a la que se ha notificado en los medios, no sólo no se ha producido repercusión mediática sino que el viario continúa sin arreglar y el Ayuntamiento ha instado tres órdenes de ejecución (las tres primeras con falta de forma) para instar a la propietaria jubilada a correr no sólo con los gatos de reparación de su vivienda, sino con los honorarios de peritos, de técnicos y de las obras de reparación de viario y muro para lo que se precisan dos pantallas paralelas de pilotes.

Quiero señalar que la Administración, en primera instancia, sólo puede recibir reclamaciones administrativas que exigen al afectado correr con gastos de representación legal y de estudios técnicos para peritación.

En esta situación, el Ayuntamiento de Horche, paga con el dinero de todos (incluyendo de los afectados) su defensa y acusación hacia un vecino. Y no repara en gastos, creánme.

La propietaria de la vivienda siniestrada bajo la calle que aún no se ha reparado y que va a ver embargada su pensión y/o su vivienda es mi madre, Catalina Cano Calero, de 84 años, jubilada y con un hijo minusválido a cargo.

La dirección de la finca es Travesía de la Carretera Nº 3, a espaldas de la C/ Cristóbal Pérez Pastor, junto a Arte Martínez.

Un saludo

Elena Aleñar